_
_
_
_
VUELTA 95

El plante del bocadillo y la tiritona

Carlos Arribas

Alentados por el entorno de críticas propio de la Vuelta septembrina, la falta de público y el nulo debate deportivo y motivados por una ti ritorúa importante y el cansancio propio de las fechas, los corredores se bajaron de la bicicleta a la hora del bocadillo.Fueron un par de minutos en los ciclistas, a la altura del avituallamiento, tuvieron un comportamiento "ridículo", en definición de uno de los directores. "No continuamos si no se nos informa de cómo está el Tourmalet", dijeron los ciclistas. A sus palabras respondieron expeditivamente Maximino Pérez y Miguel Moreno, dos de los veteranos directores es pañoles. Maximino obligó a los suyos a tirar para adelante, y de hecho seis del Castellblanch se destacaron del pelotón. Moreno lo tuvo más complicado.

Más información
El pelotón se rinde a Jalabert

"Me tuve que jugar un poco el tipo", dice el técnico cordobés del Lotus, Uno de sus corredores, el francés Pascal Hervé, le dijo que no, que él no continuaba, que si quería Moreno, que fuera él mismo quien se subiera a la bicicleta. El cordobés tuvo que apelar al vocabulario grueso para que el francés continuara. "Ya les he dicho", explica Moreno, "que si querían que, se retiraran, pero, que no hicieran el bobo con un plante".

La culpa, dicen los corredores, la tuvo la lluvia del comienzo. Y como si el río necesitara agua, comenzó a oírse el run-run de que en el Tourmalet nevaba. Los motoristas, que oían el alarmismo desencadenado por las radios, difundieron las nuevas que los corredores más esperaban. "Siempre se dice que los italianos veteranos son los que organizan estas cosas", dice un corredor, "pero la verdad es que fue un poco un sentimiento común; lo que había era mucho cansancio y pocas ganas de meternos, una etapa como esta entre pecho y espalda".

La decidida ácción del CastelIblanch -equipo de Unipublic, el organizador de la Vuelta-, al que se unieron los banestos y los gan, acabó con un movimiento que amenazaba no sólo la carrera sino también el sentido épico del ciclismo, una de las mayores fuerzas de este deporte y total, como reconocen los corredores, tampoco, era para tanto, en peores condiciones han competido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_