EL VIOLÍN VIAJERO
Un violín Stradivarius, obra del artesano italiano de la que se estima construyó en el siglo XVIII un centenar de ejemplares, podría tasarse actualmente por encima de los 200 millones de pesetas y un orensano viajero, Antonio Somoza, dice ser poseedor de una de aquellas piezas únicas que han podido sobrevivir al tiempo y sus azares. A sus 68 años, este hombre que ha dedicado una parte de su vida a demostrar la autenticidad del instrumento del que es poseedor, quiere ponerlo en manos de alguien que sepa "hacerlo hablar como alguno de los grandes maestros de cámara o de sinfónicas como la de Filadelfia que han tenido ocasión de tenerlo en sus manos". Antonio Somoza lo adquirió por 400 pesetas a un moro en el Tercio de Regulares en el norte de África en 1947, quien a su vez lo había conseguido en España durante la guerra civil. El violín lo acompañó en sus juergas de músico joven por España y más tarde por Argentina. En 1975 viajó con él a Cremona (Italia), donde un maestro luthier certificó la autenticidad del violín firmado por Antonio Stradivarius en la misma ciudad 200 años antes, en 1723.-
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