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EL CONFLICTO NAVAL

Los trabajadores afectados convierten Sevilla y Cádiz en una inmensa barricada

Los trabajadores de Astilleros convirtieron ayer Cádiz y Sevilla en una enorme barricada en la que volcaron su rabia por la decisión de la empresa de aplicar su plan de reconversión y cerrar las factorías de ambas ciudades. En Cádiz, que quedó prácticamente aislada por carretera y ferrocarril, toda la Bahía pudo ver el humo de los incendios de barricadas y edificios incendiados. Sevilla vivió un enorme atasco y los obreros destrozaron parte del mobiliario urbano en una marcha hasta el Parlamento. En la madrugada de ayer seguían los incidentes.

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Cádiz vivió ayer una de las jornadas más difíciles de su historia reciente. A la una de madrugada todavía grupos de jóvenes incontrolados que por la tarde habían formado barricadas con los trabajadores de Astilleros se distribuyeron en pequeños grupos y causaron destrozaron escaparates, papeleras y buzones. Por la mañana, cuando terminó la asamblea en la que se comunicó el despido a los trabajadores del astillero, comenzó una batalla campal que continuaba al caer la tarde. Los obreros cortaron con barricadas incendiadas la carretera industrial que discurre frente a la factoría y pegaron fuego a un almacén de Renfe. Las llamas se hicieron más violentas cuando incendiaron una vieja grúa y el edificio que albergaba las oficinas de dirección de la compañía, en desuso.Un grupo de manifestantes prendió fuego a otras instalaciones ferroviarias y colocó barricadas en las vías. Renfe no confiaba en restablecer el servicio hasta primera hora de la madrugada de hoy. Unos 40 trenes, y casi 5.500 pasajeros resultaron afectados, según la compañía. Tras el corte de la vía del tren, la policía actuó de forma abierta con abundante material antidisturbios. Los trabajadores, muchos de ellos encapuchados, se parapetaron tras los muros del astillero y respondían con el disparo de todo tipo de objetos contundentes.

Centenares de trabajadores de la factoría de Puerto Real cortaron, desde las cuatro de la madrugada y durante casi todo el día, el puente José León de Carranza, uno de los principales accesos a la capital, con lo que Cádiz quedó prácticamente aislada. El acceso disponible, por la Nacional IV, quedó bloqueado por retenciones de hasta cuatro kilómetros. El furor de los manifestantes se cebó con la sede del, PSOE, asaltada y quemada, y. con el helicóptero de la policía. Según confirmó el Gobierno Civil, unos desconocidos dispararon con una escopeta de aire comprimido contra el aparato, aunque no llegaron a alcanzarle. En el botiquín del astillero dos personas fueron atendidas por impacto de pelotas de goma. La policía detuvo a dos jóvenes, sorprendidos dañando vehículos y señales de tráfico.

En Sevilla hubo cortes de tráfico, quema de contenedores y neumáticos, pintadas en fachadas, autobuses públicos y rotura de cabinas telefónicas. Los atascos eran de varios kilómetros.

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