La dirección del PP catalán, agredida por grupos radicales en la Diada

Una lluvia de huevos, algún tomate, bolsas de pintura y pequeños objetos contundentes cayeron ayer en Barcelona sobre los dirigentes del Partido Popular de Cataluña cuando acudían a realizar la ofrenda floral a Rafael Casanova con motivo de la Diada, la fiesta nacional de Cataluña.Unos 200 jóvenes pertenecientes a varias organizaciones independentistas convirtieron a los representantes del PP en protagonistas destacados de la fiesta conmemoración al hacerles objeto de una agresión sin precedentes en esta efeméride. Gritos de "ETA, mátalos", y "Recordad a [Gregorio] Ordóñez" dieron al enfrentamiento un cariz muy violento.

Aleix Vidal-Quadras, líder del PP regional, resultó levemente herido en una oreja por una moneda lanzada con un tirachinas. Los atacantes desbordaron a la policía y obligaron a los miembros del PP a abandonar el lugar a toda prisa. "Llevo esta mancha con orgullo y como una condecoración", comentó horas después Vidal-Quadras al mostrar a sus militantes la señal dejada por un huevo en su americana.

Desde Brasilia, Aznar se felicitó por la "tranquilidad, sensatez y serenidad" con que actuaron sus dirigentes y criticó a quienes "debían haber evitado los incidentes y no han podido hacerlo". "Cataluña", espetó, "no se debe hacer tirando piedras ni huevos".

La Diada, al margen de las movilizaciones, transcurrió en un clima de cábalas preelectorales. Jordi Pujol se inclinará por convocar elecciones autonómicas para el próximo noviembre, cuando constate que Felipe González se mantiene firme en su decisión de gobernar, en minoría. Ésta era ayer la impresión generalizada entre los dirigentes de Convergència i Unió.