Cuatro presos de Salamanca huyen por la ventana de su celda
La celda número 16 de la cárcel de Salamanca está vacía desde la noche del sábado. Gracias a la pata de una cama y a la complicidad del bullicio del recinto ferial próximo a la cárcel, sus cuatro presos preventivos lograron darse a la fuga sin que nadie se enterase. Su ausencia sólo fue descubierta a las siete de la mañana del domingo, en el primer recuento de la jornada, sin que la Guardia Civil tenga de momento ninguna pista sobre su paradero.Los fugados, tres españoles y un chileno, forzaron los barrotes de la ventana con la pata de una cama y usaron sábanas anudadas para descolgarse hasta el patio de aislamiento, desde el que escalaron a una pequeña terraza por la que pasaron a la zona de recinto. Allí escalaron una pared y llegaron a la terraza del pabellón de dirección. Luego saltaron a la calle. Uno de ellos estaba recién llegado; había ingresado el día 6.
La noche de la huida vigilaban la cárcel un jefe de servicio y dos funcionarios, además de los cuatro guardias civiles situados en las garitas exteriores. Las cámaras de control no estaban en funcionamiento. La cárcel de Salamanca, antigua y sin condiciones adecuadas, según se ha reconocido oficialmente en varias ocasiones, acoge a 140 reclusos y será reemplazada por la nueva prisión construida en Topas, a 30 kilómetros de Salamanca.
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