15.000 privilegiados
ÓSCAR SANZ,15.000 personas decidieron el pasado sábado en Barcelona pasárselo de vicio. Y para ello se fueron al Miniestadi, un campo al que pronto habrá que colocar un cartel en su fachada que rece así: se promete espectáculo. Llegaba el Barça pequeño, el líder de Segunda, con el orgullo de haber dejado Getafe, una semana: antes, como un solar. Lo había hecho, además, sin su artillería pesada, que andaba en Valladolid con Cruyff.
Pero el sábado Cruyff decidió que le sobraban los niños. Y estos le respondieron con ganas. Se empeñaron en hacer internacional a Unánua, portero de Osasuna. Le colaron tres goles, cierto. Pero paró todo lo demás. Y todo lo demás fue un bombardeo indiscriminado, casi obsesivo. Quedaban pocos minutos para que el Barça mayor bordeara el ridículo ante el Mérida, cuando Toni Velamazán y Moreno, dos de la pandilla, le clavaron tres cruces al Osasuna de Paquito.
Y es que el Barça asusta. Como asusta el Mallorca, un favorito que no falla. Hacía tiempo que el Luis Sitjar no presentaba un aspecto como el de ayer. Las gradas pobladas, él público desmelenado... Y hacía aún más tiempo que el equipo no respondía con tanto desparpajo. Y con tanto fútbol. Cierto es que enfrente estaba el Écija, un recién llegado que anduvo tímido, huérfano, quizá, por la ausencia de Gordillo. Pero cuatro goles son muchos goles, esté o no esté el abuelo.
Otros que parecen estar de moda son los equipos levantinos. El Villareal dejó que durante. 44 minutos los 9.000 espectadores que acudieron a Mendizorroza sonaran con su Alavés. Jordi Vinyals, uno de los más finos estilistas de la categoría, les despertó de golpe. Y Puche II remató la faena. El Hércules, mientras, demostraba que le gusta lo fácil. Y Alfaro, que encabeza la tabla de máximos reafizadores junto a Christiensen, encantado.
Fue el Getafe quien cayó en Alicante. El cuadro madrileño ha encajado la friolera de nueve goles en dos partidos. Un saco cada domingo. Dejaron ir a Sánchez Duque cuando descendieron a Segunda B, ficharon a Emilio Cruz y los despachos se encargaron de echarles una mano y devolverles a esa categoría que con tanta justicia abandonaron en junio: la Segunda. Y ahora, más de un seguidor empieza a preguntarse algo así como ¿para qué? Mientras, el citado Duque cambió de pueblo y se fue a Leganés. Ahora ve cómo su equipo las da todas y el Getafe se disfraza de colista.
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