Puntualización

El día 4 de septiembre de 1995, en la primera página de El País Madrid, aparecía una columna titulada 'El Rey concede a El Escorial que su Virgen sea alcalde mayor". Leída la noticia con sumo interés, creo de justicia felicitar a los devotos escurialenses, que ven con alegría cómo su devoción hacia la Virgen de la Herrería consigue que un título otorgado por el rey Felipe II (caracterizado por su vinculación a la contrarreforma religiosa y conocido, entre otras cosas, por su intolerancia hacia cualquier divergencia religiosa) y retirado por otro monarca español, Carlos III, sea hoy devuelto a la venerada imagen de la Virgen por el rey de todos los españoles, Juan Carlos I.Felicidades a los 8.700 escurialenses, o quizá algunos menos, ya que no todos son devotos marianos, seguidores de la Virgen de la Herrería.

De otros no me atrevo a opinar, pero, sin duda, el pequeño grupo de protestantes de El Escorial afirmaría, sin duda, su respeto y cariño a María, madre de Jesús, aquella joven mujer a la que el ángel del Señor llama muy favorecida", "bendita entré las mujeres", etcétera, por ser la persona destinada concebir a Jesús, el Hijo de Dios.

Queremos felicitar sinceramente a nuestros conciudadanos, devotos de la Virgen de la Herrería, de centenaria tradición en El Escorial, pero escapa a nuestra fe la posibilidad de. reconocerla como "alcalde mayor" de la muy noble villa.

. Afortunadamente, salvando este pequeño inconveniente, que forma parte de la libertad que todos los españoles disfrutamos en materia de fe, contamos con un alcalde elegido no por "vocación popular", sino democráticamente por los ciudadanos, sin distinción de raza, credo, sexo, etcétera, y de quien esperamos un fructífero mandato en beneficio de todos los escurialenses. pastor protestante.