_
_
_
_

Todo un plan

El año 1992 fue crucial para Lufthansa. La compañía, que ese año perdió 391 millones de marcos después de impuestos (33.235 millones de pesetas) acometió un plan de reestructuración que ha dado la vuelta a la situación. El año pasado tuvo ya unos beneficios netos de 302 millones de marcos y repartió dividendo. Y el primer semestre de 1995 ha ganado un 40% más que en igual periodo de 1994.El ajuste ha supuesto un recorte de plantilla de alrededor del 17% (tiene 42.268 trabajadores), y del 10% de los costes, así como un incremento de la productividad del 11 %. Ha jubilado 30 aviones y ha cerrado alguna de sus rutas pero, al tiempo, ha renovado la flota -tiene 308 aviones- y ha ampliado sus alianzas. Mantiene acuerdos, además de con la estadounidense United, con Canadian, Varig, Thai, Finnair, Lauda, Business Air, Luxair, Cargolux y SAS.

Más información
"Los Gobiernos tienen que privatizar las compañías aéreas"

Tras British Airways y United Airlines es la tercera compañía de pasajeros según ingresos por pasajero y kilómetro transportado.

Además, Lufthansa ha dejado de ser estatal. El plan de reconversión incluía una ampliación de capital y la salida a Bolsa. Después de esa operación la participación del Estado pasó del 50,4% al 35,6%. Antes se tuvo que solucionar un complejo problema con el fondo de pensiones. Los empleados de Lufthansa pertenecían al fondo estatal por lo que la Hacienda alemana debía trasladar el dinero que habían aportado al mismo a la compañía privatizada. Ello supuso una inyección de capital en Lufthansa de 1.500 millones de marcos que en algunos ámbitos se calificó como ayuda estatal. La compañía alega que fue sólo un traslado de las aportaciones ya realizadas y que mantuvieron el mismo destino: asegurar las futuras pensiones.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_