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El Cesid despedirá en tres años a todos los agentes secretos que no considere "idóneos"

Miguel González

Desde los jefes de división hasta la última secretaria, los más de 2.000 agentes con que cuenta el servicio secreto Cesid están, desde el pasado domin o, con un pie en la calle. El nuevo Estatuto del Personal del Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid) convierte en interinos" a todos sus miembros, incluso a aquellos que llevan más de una. década en La Casa. Sólo los que sean considerados idóneos" se' quedarán en el servicio secreto, ya con carácter definitivo, mientras que los demás deberán marcharse a lo largo de un periodo de transición que culminará en 1998.

Los nuevos responsables del centro, los generales Félix Miranda y Jesús del Olmo, director y secretario general, respectivamente, han decidido partir de cero y someter a todos sus subordinados a una especie de reválida, que dejará en lacuneta a quienes no la superen.El nuevo estatuto del Cesid unifica a todos sus miembros (ya se trate de militares, guardias civiles, funcionarios o personal laboral) y establece una única distinción entre ellos: temporales y permanentes. Sin embargo, en contra de lo esperado, el decreto no convierte automáticamente en permanentes a quienes ya son funcionarios de las Fuerzas Armadas, del Ministerio del Interior o de la Administración pública.

Por el contrario, todos los agentes secretos van a recibir un nombramiento interino y sólo, tras un periodo de transición, algunos de ellos se convertirán en miembros definitivos. La disposición transitoria segunda señala que al personal del Cesid "que sea considerado idóneo se le podrá ofrecer" (es decir, se trata de una posibilidad y no de un derecho) la integración permanente.

Periodo de transición

En los seis meses siguientes a que se apruebe la relación de puestos de trabajo, que tendrá carácter secreto y será presentada al Consejo de, Ministros antes de que acabe el año se podrá ofrecer la integración a los lleven más de nueve años en La Casa. Lo mismo se hará antes de que acabe 1996 con los de más de siete años; en 1997, con los de más de cinco, y en 1998, con los de más de tres.

Los agentes secretos a quienes no se ofrezca la integración definitiva, y también los que la rechacen, deberán marcharse del Cesid seis meses después de que se les comunique la falta de idoneidad o la oferta de integración. Aunque no parece que los nuevos responsables del centro planeen prescindir de la mayoría de sus agentes, estafórmula deja en sus manos, o en las de sus sucesores, la posibilidad de hacerlo.

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El sistema ha provocado malestar entre muchos afectados, quienes consideran que no hay razón para cuestionar su idoneidad tras años de servicio; más aun cuando militares y guardias civiles tenían que ser o confirmados cada vez que ascendían. Ambos grupos, que suponen el 80% del personal, cuestionan también que sólo se compute la antigüedad en el Cesid y no en el Ejército o en el Ministerio de Interior.

De cara al futuro, el estatuto deja un amplio margen de discrecionalidad a los responsables del Cesid para desprenderse de los agentes que pierdan su confianza. Los puestos de trabajo son todos de libre designación del director, -a quien corresponden los nombramientos y ceses, así como valorar la "Idoneidad" del personal temporal antes de su integración.

El reglamento disciplinario castiga las faltas muy graves con suspensión de funciones de hasta 36 meses, aunque la suspensión igual o superior al año equivale a la expulsión. Además, el ministro de Defensa puede disponer el pase forzoso a la reserva de un agente por "insuficiencia de facultades profesionales", cumpliendo determinados requisitos, pero el Consejo de Ministros puede hacerlo también sin necesidad de aducir causa alguna.

El estatuto resuelve el problema que suponía para el Cesid que agentes con la misma función recibiesen retribuciones distintas en función de su empleo militar o de su origen. En adelante, todos cobrarán según su clasificación y puesto de trabajo en el centro.

Además del sueldo y trienios, -los miembros del centro percibirán complementos de destino, específico y productividad, así cómo gratificaciones por servicios extraordinarios, que en ningún caso podrán ser fijas o periódicas, ni salir de los fondos reservados, como ocurría hasta el pasado año.

Queda prohibido formar un sindicato de espías

El periodo de transición no es el único aspecto polémico del estatuto del Cesid. El decreto amplía, a todo el personal del centro la prohibición de sindicarse, hacer huelga o afiliarse a: asociaciones de carácter reivíndicativo o político, que hasta ahora, sólo afectaba a los miembros de las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil.Según expertos jurídicos, resulta más que discutible que mediante un real decreto pueda privarse de estos derechos a los funcionarios civiles y contratados laborales, cuando la Constitución afirma expresamente que los -derechos fundamentales sólo pueden regularse por ley orgánica.

El artículo 37 del estatuto basa esta prohibición en los artículos 28 y 70 de la Constitución, que aluden a "fuerzas e institutos armados o a los demás cuerpos sometidos a disciplina militar", en las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas y en la ley del Personal Militar, que no es orgánica.

La "participación en medidas de presión colectiva" se considera falta muy grave y puede conllevar la expulsión.

El centro no amparara las "órdenes flegítimas"

El Cesid apoyará a sus agentes,'facilitándoles abogado y asumiendo la responsabilidad patrimonial en que incurrieran, pero sólo cuando la misma sea consecuencia de su ,actuación regular" como miembros del centro y de "acciones u omisiones que hayan sido legítimamente ordenadas".Es decir, el servicio secreto no se responsabiliza de actuaciones irregúlares-de sus agentes, quienes saben de anternano que habrán de enfrentarse solos a las consecuencias de cumplir órdenes ilegítimas.Salvo autorización, los agentes tienen prohibida cualquier otra ' actividad remunerada, así como participar, directa o indirectamente, en empresas que suministren al centro.

Se les podrá exigir que acrediten el cumplimiento de esta norma aportando las declaraciones fiscales, entre otros documentos. Cuando dejen el Cesid, comunicarán su nueva actividad y evitarán participar en asuntos relacionados con su anterior trabajo. No podrán revelar ni guardar documentos o información que hubieran conocido estando en el centro.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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