NO PAGARÁ LA MULTA
Gianfranco Parenti, concejal de Tráfico del Ayuntamiento de Bolonia, ha tenido que dar un tirón de orejas a dos policías municipales que pusieron una multa a un furgón mal aparcado sin percatarse de que al volante había un muerto. El fiscal no se ha limitado a las orejas, sino que acusa a los agentes de incumplimiento de sus obligaciones y omisión de ayuda, y podría llegar hasta el presunto homicidio si la autopsia dice que Otello Pezulli, de 60 años, estaba aún vivo cuando a los guardias les dio el celo punitivo. Ellos aseguran que, al ser un vehículo alto, no vieron el cuerpo, pero el fiscal responde que un camión subido en una acera, en dirección contraria y con las luces de emergencia encendidas, junto al centro histórico de Bolonia, debería haberles llevado a comprobar qué sucedía. El concejal de Tráfico, eso sí, ha prometido a la familia del fallecido que levantará la multa. Sin duda les quita un gran peso de encima.-
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