Antitabaquismo chapucero
(...)La Administración de Clinton ha decidido considerar la nicotina como una peligrosa droga, y es verdad. (...) Pero, ¿tiene sentido una nueva guerra contra los adolescentes fumadores? (...) Una sociedad liberal permite a la gente correr determinados riesgos, siempre que se sepa lo que se hace y se asuma el riesgo. (...) En el caso de los fumadores, el gasto sanitario que producen lo compensan con las pensiones o con la asistencia personal de las que no gozan por no vivir lo suficiente. (...) ¿Es diferente la situación entre los adolescentes? (...) Si fuman no es porque no sepan lo peligroso que es. (...) Está bien que se exija a las compañías tabaqueras que especifiquen los efectos dañinos de su producto, así como prohibir su venta a los menores. Lo que no es tan oportuno es gastar millones de los tan escasos dólares para educar a personas que ya están bastante educadas.(...) Si la Administración norteamericana quiere hacer algo realmente útil, debería mejorar su absurda política sobre las drogas de todo tipo. Los productores de tabaco reciben una subvención del Gobierno de EE UU, mientras que los productores de marihuana, cuyos efectos no son más peligrosos, van a la cárcel. (...) Que traten a las demás drogas blandas como al tabaco y el alcohol: divúlguense sus efectos perniciosos, pónganse impuestos a sus consumidores y prohíbase su venta a los menores. Y después dejen a la gente que se equivoque y que aprendan solos.19 de agosto
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