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CAMPEONMATOS MUNDIALES DE ATLETISMO

Los teloneros

De 34 atletas blancos, ninguno llegó a la final de los 100 metros

Comenzaron 34, pasaron 16, luego dos y al final, ninguno. Viene sucediendo desde 1968, que el atleta blanco es un telonero en los 100 metros. Por tercera vez consecutiva en los Mundiales no hubo ningún blanco en la final.El 30 de agosto de 1987 se registró al última presencia del hombre blanco en una gran final, la de los Mundiales de Roma-87. Kovacs (Hungría) fue quinto, Bryzgin (URSS), sexto, y Pavoni (Italia), último, aunque para la historia todos ganaron un puesto tras la descalificación de Ben Johnson.

Ayer no podía ser menos. No es que ya no hubiera blancos en la final, es que sólo dos entraron en las semifinales: Damian Marsh (Australia) y Andrei Grigoriev (Rusia). Ambos, además, ocuparon las posiciones secundarias en su . carrera, uno por la calle 1 y otro por la calle 8, las que ocupan generalmente los atletas más discretos, adjudicadas a ellos en este caso por haberse clasificado para las semifinales con los peores tiempos de todos los participantes.

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Fueron los dos mejores blancos de los 34 que iniciaron la competición un número no muy elevado, porque representó el 37% de la inscripción total (91 atletas). El porcentaje de representatividad se mantuvo en los cuartos de final, porque de los 36 corredores que pasaron a ellos, 14 eran blancos (el 38%), consecuencia lógica de. que los que acuden a la alta competición vienen bien preparados.

Es pasada la primera eliminatoria cuando se inicia la criba. Se produce al r eliminados los peores negros -normalmente de los países menos poderosos y en los que la falta de medios ha impedido que la técnica mejore su calidad innata-, y quedan clasificados los mejores blancos. Los cuartos de final se disputan para seleccionar a los 16 velocistas más rápidos y sólo dos blancos (el 12%) pudieron figurar entre ellos.

Y eso gracias a que el sistema de competición impide participar a más de tres atletas de un mismo país. De lo contrario, Marsh y Grigoriev no hubiesen siquiera estado en las semifinales, pues más rápidos que ellos han corrido esta temporada 18 estadounidenses y 7 nigerianos, pero 19 hombres de estos 25 atletas, cualquiera de ellos más rápido que Marsh y Grigoriev, no tuvieron la oportunidad de competir en Gotemburgo, como hicieron éstos.

El hombre blanco no puede hacer frente al de raza negra en las carreras de velocidad. De hecho, ninguno ha sido capaz de correr en menos de diez segundos, y de eso hace ya once años, cuando a Marian Woronin (Polonia) se le adjudicó tal marca en una carrera en Varsovia y que, oficialmente, dispuso de un viento favorable justo al límite, 2,0 metros por segundo. En cambio, atletas negros que han corrido. en menos de 10 segundos hay 19.

Ayer, los Mundiales consagraron nuevamente a un atleta negro como el hombre más rápido sobre la tierra. Esta competición, nacida en 1983, no ha conocido otros campeones de 100 metros que no fueran negros debido a su prodigioso sistema nervioso, que les permite ser capaces de desarrollar al máximo sus capacidades físicas sin crispación alguna.

Desde 1968, vienen ocupando de manera habitual todos los podios y últimamente, todos los puestos de una final. Tienen que ocurrir hechos extraordinarios para que no se así, como sucedió en los Juegos Olímpicos de Múnich 72 (vencedor, Borzov), a cuya final no llegaron los estadounidenses porque se equivocaron de hora y fueron eliminados el día anterior, o los de Moscú-80 donde no acudieron Estados Unidos ni sus países afines. Allí se impuso el escocés Alan Wells, el último gran velocista blanco, pero que difícilmente hubiera sido campeón olímpico frente a la armada negra en pleno.

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