Ha nacido el sucesor de Ben Johnson
El nuevo campeón de 100 metros, Donovan Bailey, reivindica la figura del atleta proscrito por dopaje
Donovan Balley, de 27 años, 1,82 metros de estatura, 83 kilos, nacido en Jamaica y nacionalizado canadiense, es oficialmente el hombre más rápido del mundo. Más que Lindford Christie, más que Carl Lewis y más que Ben Johnson, cuyas gestas reivindicó el campeón. "Ha sido mi ídolo y sólo puedo hablar bien de él. Yo sé los sacrificios que cuesta haber nacido en un país pobre y abrirse camino en otro al que te trasladas a vivir. Cuando Ben era el campeón, todos hablaban del corredor canadiense, pero cuando le suspendieron, todos hablaban del corredor nacido en Jamaica", son las frases del nuevo campeón sobre, el corredor a quien comienza a suceder , en títulos, marcas y afinidad.Era la primera gran final que disputaba Bailey. Hasta la temporada pasada era un muy discreto corredor, pero de, repente bajó en un año de 10.36 segundos a 10.03. Y en éste fue capaz de llevar su progresión hasta una marca fantástica, 9.91, aún no superada por ningún otro corredor en lo que va de campaña.
Con estas credenciales, que no son nada malas, se presentó Bailey en la salida. Por lo pronto, ocupó una de las calles estelares, la 5, acreedor a ella por la buena marca realizada en las semifinales, 10.04 segundos. Lindford Christie, en cambio, se encontraba confinado en la 1, que con la 8, se reservan para quienes llegan a la final con los peores registros en las semifinales. Christie se resintió de unas molestias en la pierna y se clasificó por ocho centésimas. Hasta minutos antes no decidió correr.
La sucesión del campeón olímpico, mundial y europeo era un hecho. Ello aumentó la confianza de Bailey y de quienes se sentían capaces de sucederle, que eran prácticamente todos, porque, a excepción del jovencísimo Ato Boldon (21 años), los demás sabían lo que era correr los 100 metros en menos de diez segundos, lo necesario para ganar.
Bailey sintió mucha presión en los tres minutos y medio que duró la presentación de los atletas. La suya fue escueta, porque su palmarés no contiene títulos, pero sí era el hombre que más rápido había conseguido correr este año. Levantó el brazo al escuchar su nombre y, a continuación, se su ió de nuevo en la concentración.
Penúltimo en salir
Acusó el protocolo y la larga p reparación que precede a una salida en los grandes campeonatos. Cuarenta segundos transcurrieron desde que escuchó "a sus puestos" hasta que la orden de "listos" le permitió elevar las caderas y tensar los músculos. Sonó el disparo y salió el penúltimo, 28 milésimas por detrás de Christie, obligado a arriesgar, más que nadie. Por delante, 100 metros para encontrarse con las puertas de la gloria, Tardó 9.97 segundos en abrirlas.Su salida mala, que le obliga además a dar un salto casi de gamo para recuperarse y ponerse en acción,' no le perjudicó. Alcanzó a todos, les rebasó hasta más pronto de lo que era previsible y luego les distanció. Impresionante su aceleración y asombrosa su capacidad para mantener la velocidad punta en el tramo final. Su compatriota de nacionalidad, pero nacido en Haití, Bruno Surin (28 años, 40 en los Juegos de Barcelona 92) le acompaño en el podio, junto con Ato Boldon (Trinidad), otro atleta que hacía su debú en la alta competición. Las milésimas, resolvieron el desempate entre ambos a favor de Surin.
Estados Unidos quedaba, por primera vez, fuera del podio. Sus velocistas ya no es que hubiesen ganado tres de los cuatro títulos disputados hasta ahora, es que habían copado el podio en dos ediciones y sólo dejado tres puestos libres al resto de los corredores, dos en 1987 y uno en 1993.
La renovación está en marcha. Con los estadounidenses en crisis y Christie (35 años) destronado y lesionado, el nuevo orden lo encabeza un atleta que tuvo en Ben Johnson el modelo a seguir.
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