Ellas también se mojan

Suele figurar en la lista de los cinco programas más vistos del miércoles y su audiencia se dispara en los últimos minutos, cuando los finalistas se quitan la ropa entregados a un frenético baile dedicado a 200 mujeres aferradas a un mando a distancia. Uno para todas (los miércoles por la noche, en Tele 5) cerró anoche su primera etapa oficial -todavía están previstos unos programas especiales: "chico de playa", "chico del verano"...-con una gran final en la que participaron los ganadores de las 12 ediciones anteriores.

Su presentador, Goyo González, es un madrileño de 32 años cuyo cuerpo serrano no encaja con las medidas habituales de los sex symbols. Sin embargo, ha sa bido construir con gracejo un personaje capaz de enfrentarse con humor a las distintas pruebas del concurso.

"En el fondo", asegura Goyo, "es un anticoncurso en el que se apuesta por la ironía. La vena hortera que algunos ven sólo se explica porque no han captado la broma. Los concursantes tienen un poderoso sentido del humor, incluso las chicas que cada semana vienen al programa lo viven como una fiesta y no como una provocación para la excitación."

A pesar de todo, a lo largo de la grabación, el plató de Villiciosa de Odón, en Madrid, se va caldeando. Al principio es un murmullo ligero, roto de golpe por alguna procacidad inocente; luego llegan los gritos, se jalea a los chicos, finalmente acosados a las puertas del estudio con la intención de pedirles teléfonos, de palpar sus cuerpos ("¡Me ha rozado las caderas!", presumía desmayada una adolescente escotada señalando a uno de los finalistas).

En el programa de ayer, la cantante Marta Sánchez ejerció de presidenta del jurado femenino y demostró que los mandos a distancia funcionan de verdad. Apartados en un rinconcito, Ignacio Mínguez y Francisco Manzano operan un ordenador que recoge la señal de radio de los 50 aparatos distribuidos. A pesar de lo sencillo del proceso, el nerviosismo influye en los numerosos votos nulos que aparecen reflejados en la pantalla.

"Mucha gente cree que todo es un montaje, pero la votación es limpia", comenta Roberto Oltra, uno de los guionistas de esta producción de Zeppelin Televisión.

"No salpiquéis los mandos, por favor, podéis inutilizarlos". La solicitud del realizador no es baldía, sobre todo cuando el furor se hace manifiesto entre las juradas. Y ellas se van corriendo de izquierda a derecha del plató, sillas incluidas, para no perderse el espectáculo.

Los 12 chicos ponen a prueba su labia, su físico, su gusto por la ropa interior... , Las pruebas intentan componer un retrato variado del hombre de los noventa. En cada prueba, la selección natural condena a los perdedores a una piscina de aguas heladas. Goyo González arropa a los concursantes con bromas. "No hay trabajo de charlatanería", puntualiza el presentador, "es una cuestión de tempo y de ritmo. Además, la experiencia radiofónica es imprescindible para crear este estilo". Goyo González, una de las voces más espontáneas de la Cadena SER, presenta en verano el magazine vespertino La ventana, en sustitución de Javier Sardá, y acaba de recibir la oferta de Tele 5 para La ruleta de la fortuna.

El concursante número 11, de nombre José Manuel y de profesión peluquero, lució short rojo de lycra y se las llevó al agua. Ellas decidieron salvarle de la piscina. "Es un sueño", exclamó el ganador. Algunos se conforman con poco.