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fUna nueva estación municipal controlará por primera vez el ruido de la maquinaria de obra

José Manuel Romero

El ruidómetro municipal será un chalé de 350 metros cuadrados rodeado por dos pistas para las mediciones. Tendrá un aparcamiento en el que serán encarceladoslos vehículos más ruidosos. No saldrán en libertad hasta que sus propietarios contraten a un mecánico que ponga sordina a los motores. Las máquinas de la construcción que perforan las calles entrarán por primera vez en el nuevo centro municipal al estar obligadas a pasar una inspección técnica. La comisión de Medio Ambiente aprobó ayer adjudicar la construcción de este centro de acústica a Elsan por 164 millones.

El tribunal del ruido, que se levantará en los viveros municipales de Migas Calientes -junto a la M-30 y la Puerta de Hierro-, estará funcionando en diciembre, según anuncia Joaquín Fernández Castro, jefe del departamento de Contaminación de Madrid.Cuatro peritos industriales medirán aquí los decibelios que producen turismos, motocicletas, camiones, autobuses, sirenas, alarmas y el conjunto de máquinas que hacen las obras de la vía pública. Medio Ambiente ha proyectado trabajos de investigación para el nuevo centro, de manera que se puedan estudiar las consecuencias acústicas de las superficies de rodadura o la eficacia de los apantallamientos en los bordes de las carreteras.

Los 50 agentes de la patrulla verde de la Policía Municipal tendrán su base operativa en el Centro de Estudios Acústicos, hasta donde trasladarán a los vehículos capturados por superar los decibelios permitidos en la ciudad.

"Los coches que, tras pasar la revisión, se demuestre que producen un ruido muy superior al permitido se quedarán en el aparcamiento del Centro de Estudios Acústicos hasta que- un mecánico, que deberá llevar el propietario del vehículo, arregle la anomalía", anuncia Fernándéz Castro.

Hasta ahora, el Ayuntamiento de Madrid tenía su estación comprobadora de ruidos de vehículos junto al parque de La Bombilla, en la avenida de Valladolid. Pero las obras del Pasillo Verde Ferroviario han inutilizado este centro, por el que en 1994 pasaron 942 vehículos. Aprobaron la prueba 721 y suspendieron 221, De éstos, tan sólo tres eran turismos y el resto (218) motocicletas. "Las motos son las que no cumplen. Creen que trucando el tubo de escape corren más, y lo único que hacen es más ruido", explica Fernández Castro.

En 1994, el departamento municipal de Contaminación Atmosférica registró un dato pésimo: los niveles medios ocasionados por el tráfico, 67 decibelios, superaban el límite de 65 que, según la Organización Mundial de la Salud, es el máximo tolerable por el hombre.

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Los medidores reventaron

Seis medidores instalados en distintos puntos de la capital reventaron con las vibraciones del parque automovilístico madrileño. Madrid tiene más de 1,3 millones de turismos.

La nueva ITV del ruido del Ayuntamiento de Madrid -"el proyecto es de los técnicos municipales", recalca Fernández Castro- resurgirá a unos centenares de metros del antiguo. La tecnología que utilizará permitirá simular situaciones de tráfico dentro del complejo para determinar el nivel de contaminación acústica de los vehículos que ingresen en el centro. "Eso no lo puede hacer actualmente ninguno de los centros de inspección técnica de vehículos [que dependen de la Comunidad de Madrid]".Los dirigentes municipales quieren, levantar el modesto edificio sin coste para la hacienda local. Ansían la ayuda de la Unión Europea. "Esperamos conseguir financiación suficiente para pagar el 80% de este proyecto", dice Fernández Castro.

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