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La UE acuerda avanzar hacia un control único para el tráfico aéreo

La gestión del tráfico aéreo en situación de cogestión o de crisis, como la registrada el pasado verano en los aeropuertos de Baleares, será abordada por la Unión Europea desde la perspectiva del centro de control o autoridad aeronáutica única. Éste es uno de los acuerdos alcanzados ayer en la reunión informal (no vinculante) de ministros de Transportes de la UE, celebrada el Palma de Mallorca, a instancias de la presidencia española. El comisario europeo Neil Kinnock dijo que a principios del año próximo será obligatorio que los autocares salgan de fábrica con cinturones de seguridad.

Los Quince coincidieron en calificar de "problema muy grave" el peligro de congestión aérea y acordaron desarrollar en profundidad las iniciativas necesarias para abordar a corto y largo plazo las soluciones idóneas.El pasado año en las terminales aéreas de Baleares alrededor de 100.000 turistas padecieron retrasos de hasta 15 horas debido a las restricciones impuestas por los controladores de Marsella. El caos en las aerovías fue de tal magnitud que paralizó prácticamente la actividad turística y provocó pérdidas de 1.000 millones de pesetas a las compañías aéreas.

La presidencia española espera contar, para el próximo consejo de septiembre, con una agenda de trabajo con su correspondiente calendario que incluye la presentación de un libro blanco en diciembre de 1995 sobre la saturación aérea.

En la presentación de las conclusiones el titular del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA), José Borrell y el comisario europeo de Transportes, Neil Kinnock, admitieron que las medidas adoptadas tras las restricciones sufridas por los aeropuertos de Baleares el pasado verano, "han permitido situamos en unos parámetros de normalidad casi absoluta", precisaron. "Los datos comparativos reflejan un descenso importante de retrasos y desvíos de aviones por rutas alternativas, lo que es importante, pero de igual forma debemos avanzar en la búsqueda de soluciones institucionales nuevas", dijo Borrell.

En Europa existen en la actualidad 46 centros de control y cada país es soberano en su espacio aéreo. Un centro de control único -como el que existe en EE UU- es considerado una posibilidad utópica por parte de los técnicos, que inciden en la posibilidad de que cada Estado miembro renuncia a sus derechos.

En la reunión en Palma los ministros comunitarios debatieron la posibilidad de implantar una autoridad aeronáutica única que englobe a seis centros de control: Londres, París, Francfort, Roma, Bruselas y Madrid.

Borrell dijo además que tres centros franceses (Brest, Marsella y Burdeos) habían pactado la gestión conjunta de los flujos aéreos: "hay que buscar fórmulas para evitar los numerosos problemas de congestión, sobre todo, en las rutas norte-sur, de marcado carácter estacional como los que afectan a Baleares en temporada alta", indicó.

Kinnock, por su parte, señaló que la armonización europea del tráfico aéreo es un problema "muy complejo", en el que la UE intenta avanzar "pese a los numerosos obstáculos que se deben superar".

El comisario europeo de Transportes también se refirió a las ayudas públicas (130.000 millones de pesetas) a Iberia, y admitió que ha recibido informes negativos, "pero la decisión que adopte la UE no dependerá de informes negativos ni favorables", subrayó.

Los ministros de Transportes de la UE también abordaron en Palma el transporte marítimo de corta distancia, destacando "su importancia para descongestionar las vías terrestres, así Como sus características de seguridad y respeto al medio ambiente".

Asimismo y a propuesta de la delegación española, los ministros trataron sobre la seguridad de los autocares y autobuses, a raíz de los últimos accidentes. Kinnock dijo que, a partir del año próximo, los autocares tendrán que salir de fábrica con cinturones de seguridad y su uso será obligatorio para los viajeros.

Rigurosamente vigilados

Un riguroso dispositivo de seguridad sigue las evoluciones en Palma de Mallorca de las delegaciones de los 15 ministros de Transportes de la Unión Europea. Paseos en barco por la bahía palmesana, viajes en tren a Sóller y Valldemosa para visitar la Cartuja donde vivieron Chopin y su amante George Sand, figuran en el itinerario de los ministros comunitarios. La presencia de numerosos policías y agentes de seguridad se hizo notar este fin de semana en las calles de Palma, repletas de turistas.La calurosa noche del viernes un helicóptero de la Policía Nacional, provisto de un gigantesto foco iluminado, recorrió las principales arterias de la capital balear. La vía que recorre el tren de Sóller, un desplazamiento turístico obligado en Palma, fue revisada de arriba abajo por los miembros de seguridad.

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