Cruzar el Estrecho,por fin

Por fin han cumplido su sueño: cruzar el Estrecho. Veintiséis de los 270 inmigrantes irregulares africanos que malviven hacinados junto a. las murallas reales de Ceuta desde hace seis meses han logrado autorización para entrar en la Península. Veinte de ellos están alojados desde ayer en el albergue de Cruz Roja en San Blas.. Los otros seis han sido acogidos, en Barcelona y Almería Después de diversas gestiones por parte de entidades humanitarias, y de los enfrentamientos entre la policía y los inmigrantes duran te una manifestación celebrada el pasado lunes, el Ministerio del Interior les ha concedido cédulas de inscripción, un documento que permite el cruce de la frontera a quien carece de pasaporte y visado. El citado documento les permitirá conseguir un permiso de, trabajo y residencia con una validez de 12 meses. Si pasado ese tiempo han logrado encontrar un empleo, el permiso se les renovará.La jefa del gabinete de la Delegación del Gobierno de Ceuta, Mari Mar Caballero, explica que "el propósito es documentar a los 250 que todavía siguen en la ciudad, pero estamos en negociaciones para conocer plazos y condiciones"Para que estos inmigrantes atraviesen la frontera hace falta que las organizaciones no gubernamentales asuman su atención. "La policía seleccionó a estos primeros porque poseían alguna identificación", añade.Todos estos africanos aseguran proceder de países en grave conflicto, como Somalia, Liberia, Burundi o Ruanda. Mientras llega el momento en que puedan arreglárselas por sí mismos, Cruz Roja se encargará de su manutención, alojamiento y de impartirles clases de castellano.El asentamiento africano de la muralla real ceutí comenzó a formarse hace ya dos años en una antigua discoteca. Pero fue en enero cuando se hizo más populoso por el reforzamiento de controles fronterizos en el puerto. Sus condiciones de vida empeoraban día a día.El Ayuntamiento de Ceuta tenía miedo de mejorar sus condiciones por si incentivaba la llegada de nuevos irregulares.La Delegación del Gobierno dijo desde. un principio que no se le concedería la condición, de asilado a ninguno e intentó repatriarlos. Pero sus supuestos países de origen hacían oídos sordos cuando se, les planteaba la repatriación. Los africanos solicitan que se les conceda un permiso de estancia temporal de un año.Este gueto, habitado mayoritariamente. por, hombres, permaneció durante meses sin agua ni luz. Las presiones hicieron q ue, finalmente, las autoridades dotaran de iluminación, duchas y servicio de asistencia médica y sanitaria al paupérrimo recinto. Los franciscanos y el Ejército les dan comida.