Borrell traspasa a Atienza el conflicto del trasvase de socorro Tajo-Segura
La Comisión de Explotación del acueducto Tajo-Segura denegó ayer, como estaba previsto tras los informes de la Confederación Hidrográfica del Tajo, el trasvase de 55 hectómetros cúbicos de agua pedido por los regantes de Murcia y Alicante, por lo que los primeros se sienten humillados, y llaman "cacique hidráulico" a José Bono, el presidente de Castilla-La Mancha, y los segundos anuncian movilizaciones. El ministro de Obras Públicas, José Borrell, ha emplazado al de Agricultura, Luis Atienza, a que lleve el caso al Consejo de Ministros, pero, en su opinión, es improbable que el Gobierno lo apruebe porque los embalses de Entrepeñas y Buendía están por debajo de sus niveles estratégicos y no son excedentarios.
El Ministerio de Agricultura efectúa en este momento una comprobación directa del estado de los regadíos dependientes del trasvase de socorro. Con ella y los datos recibidos de las consejerías de las comunidades de Murcia y Valencia y del Sindicato de Regantes elevará un informe al Consejo de Ministros avalando que se realice por las cuantiosas pérdidas -40.000 hectáreas de frutales, 400.000 millones de pesetas- que supondría lo contrario para el sector agroalimentario, el segundo en ingreso de divisas después del turismo.La dotación de este trasvase de urgencia se haría, en su caso, con cargo a las reservas estratégicas de agua almacenadas para garantizar los abastecimientos de las poblaciones del sureste, desde Alicante hasta Cartagena, que se nutren del Tajo por la red de los canales del Taibilla. Ésta ya obtuvo hace unas semanas una concesión de cinco hectómetros cúbicos adicionales a la que le correspondía debido a las escasas aportaciones por culpa de la sequía prolongada.
El Ministerio de Obras Públicas, entre cuyas competencias figura la gestión del agua y cuyo titular, Borrell, propone una tarifa única para el agua como la de otros servicios básicos como la electricidad y el teléfono, "se lava las manos en la toma de una decisión que, sin duda, generaría protestas en Castilla-La Mancha. Así, se limita a informar sobre el agua disponible, muy escasa, y pasa la patata caliente al de Agricultura.
De momento, mientras el consejero castellano-manchego de Agricultura y Medio Ambiente, Mariano Maraver, se felicitaba ayer de la negativa al trasvase, un acuerdo "sensato y justo" en su criterio, el presidente del Sindicato de Regantes, José Joaquín García-Yelo, afirmó que. la situación es "catastrófica". Según José Rocamora, García-Yelo, que no ocultó su esperanza de que al final intervenga el Consejo de Ministros, dijo que hay opciones suficientes para autorizar esos 55 hectómetros cúbicos.
La primera sería recurrir a las reservas de los "embalses muertos" -calculadas esta semana en Entrepeñas y Buendía en 118,8 hectómetros cúbicos, no se usan normalmente por dificultades técnicas o mala calidad de los fondos-, que sólo afectaría a las compañías hidroeléctricas. La segunda, un decreto-ley de efectos temporales, hasta septiembre, para reducir de seis a cuatro metros cúbicos por segundo el caudal ecológico del Tajo.
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