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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Atónito

He leído, estupefacto, atónito, asombrado, el guirigay que se ha formado por el hecho de que al actor británico Hugh Grant se le haya sorprendido con una prostituta de color por la Brigada. Antivicio en la ciudad de Los Ángeles, al parecer a cambio de 65 dólares, y que, por eso, empiecen a decir que es el final de su carrera. ¡Pero, bueno! Que en el país del mundo donde más corrupción (abierta o encubierta) existe, donde más borrachos y drogodependientes y adulterios hay, se arme este follón por algo que, en mayor medida, hacen todos, me parece hipócrita y vergonzoso.¿No son famosos los casos de políticos, actores, cantantes, banqueros, empresarios y presidentes que están en el candelero y, sin embargo, no han aparecido en la prensa con un número policial?

¿Quién forma esa Brigada, Antivicio? ¿Son acaso santos impolutos? Y si lo fueran, ¿por qué tienen que imponer sus criterios a nadie? La prostitución es, según se dice, la profesión más antigua del mundo, pero para ser profesión necesita clientes o dejaría de ser. O sea que no me explico lo que pretenden esos falsos puritanos (¿se trata de que él es famoso? ¿de que ella es de color -eufemismo estúpido, todos somos de algún color- y eso condiciona? ¿Es un montaje?). De todos modos, me parece de mal gusto la cosa.Y a quien habría que analizar es a ésos de la Brigada.-

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