Los piquetes y la violencia no lograron que la huelga paralizase San Sebastián

La jornada de huelga general convocada ayer por el sindicato abertzale LAB y apoyada por Herri Batasuna en protesta por la muerte de Rosa Zarra, fallecida tras recibir un pelotazo de goma de la Ertzaintza, fue seguida de forma escasa en San Sebastián. Los bancos y las tiendas del centro abrieron sin problemas. Por la mañana, piquetes violentos colocaron barricadas en diversas zonas de la capital donostiarra y forzaron a algunos comercios a secundar el paro, sobre todo en los barrios de Gros y Eguía. Autobuses quemados y escaparates rotos jalonaron la actuación de los alborotadores.

Varias entradas a la ciudad amanecieron con barricadas que impedían el acceso al centro. La colocación de piedras en la vía del topo, tren de cercanías que sale de San Sebastián, impidió su funcionamiento hasta que fueron retiradas.La huelga tuvo más incidencia en los barrios de Gros, Eguía y la zona vieja, debido a la actuación coactiva de los piquetes. Los incontrolados rompieron los escaparates de los pocos establecimientos que tenían colgado el lazo azul. En el barrio de Igeldo, un autobús apareció con las ruedas pinchadas y los cables de contacto cortados, mientras que en el Paseo Errondo otro quedó calcinado.

En un comunicado del sindicato convocante, LAB admitía que el seguimiento del paro fue "irregular", aunque se aseguraba que ningún sector había sido ajeno al llamamiento.

La huelga general había sido convocada en protesta por. la muerte de Rosa Zarra. Su funeral se celebró a las 19:30 en la parroquia de San Vicente, en la parte vieja de San Sebastián. A las 20.30, el marido y los hijos de Rosa Zarra presidieron un homenaje organizado por Gestoras Pro Amnistía junto a la Paloma de la Paz. Aunque el acto transcurrió sin incidentes los participantes en la manifestación posterior destrozaron escaparates, cabinas de teléfono y mobiliario urbano a su paso hasta desembocar en la plaza Easo, donde fueron disueltos por la Ertzaintza. Los incidentes prosiguieron en el centro de la ciudad durante una hora.

Las amenazas vertidas contra la Ertzaintza por dirigentes de HB y ratificadas el domingo en el comunicado de ETA fueron contestadas ayer por el consejero de Interior del Gobierno Vasco, Juan María Atutxa. "más que de amenazar lo que intentan es ir preparando el terreno para que después venga el primo, ese famoso primo de Zuamosal, no de Zumosol, y coloque la bomba, dispare el gatillo y, entonces, para su propia parroquia esté justificado el que se haya segado de nuevo una vida", dijo Atutxa.

Por su parte, el director de la Ertzaintza y viceconsejero de Interior, Juan Manuel Martiarena, confesó su preocupación por la campaña de desprestigio contra la policía vasca y acusó al entorno civil de ETA de hacer juicios a prior¡ de las actuaciones de la Ertzaintza que no. se corresponden con la realidad.