Empresarios del transporte proponen una colecta en el sector para pagar el rescate de Aldaya

Empresarios del gremio del transporte del aís Vasco se proponen recaudar dinero entre sus compañeros del sector para hacerente al rescate exigido por la liberación de José María Aldaya, secuestrado por ETA desde hace 56 días. La idea de la colecta ha sido expuesta a pequeños círculos de empresarios, al menos en dos ocasiones, aprovechando encuentros promovidos por las organizaciones, gremiales semanas atrás. Algunos empresarios interpretan que la organización terrorista no considera a Aldaya un rehén como otro cualquiera, sino un representante de todo el sector.

Fuentes del sector señalan que tal propuesta, justificada en la necesiad de "sacar a Aldaya del agujero", ha sido planteada al margen e la formalidad de esos encuentros, en los que, además de cuestiones profesionales específicas, se acordó extender la campaña del lazo azul entre los transportistas de España.La iniciativa de recabar fondos ara el rescate ha surgido en medios empresariales guipuzcoanos a a vista de la limitada capacidad fianciera de la familia Aldaya y en el convencimiento de que el propietario de Alditrans se ha convertido en rehén de un chantaje impuesto al conjunto del sector del País Vasco.

Alimenta esa convicción el hecho mismo de que un buen número de empresarios del gremio del transporte recibió tiempo atrás la fatídica carta de ETA con la exigencia del denominado "impuesto revolucionario" y optó por hacer caso omiso de la amenaza.

Las fuentes consultadas no se pronuncian sobre la posibilidad de que, al hilo de los contactos relacionados con el secuestro, ETA se haya manifestado expresamente en esa dirección, pero sostienen que en determinados círculos del gremio del transporte se ha interiorizado la idea de que para la organización terrorista Aldaya es "un representante del sector".

De acuerdo con esta teoría, ETA ha modificado el sentido del. secuestro, trasladando su responsabilidad al gremio, una vez comprobado lo erróneo de los datos contables sobre Alditrans facilitados por sus informadores y asumido lo disparatado de sus iniciales pretensiones económicas.Objeciones

En apoyo de esta interpretación, se alude igualmente al comunicado del 25 de mayo, en el que, tras atribuirse el secuestro de José María Aldaya, la organización terrorista afirmaba que su víctima se había negado a satisfacerles el "impuesto revolucionario" y extendía su amenaza al conjunto de los empresarios con una advertencia "a todos los que se han negado a colaborar económicamente con los que luchan, por la liberación del País Vasco".

Quienes proponen que el gremio contribuya al rescate argumentan que esa aportación les liberaría quizá del chantaje de ETA, cuya presión han vuelto a notar con gran intensidad desde el secuestro del propietario de Alditrans.

Las objeciones a la propuesta son fundamentalmente de tipo moral, por lo que supone de inyección económica a una organización que necesita del dinero para seguir matando. Las fuentes consultadas por este periódico indican que José María Aldaya, un hombre de temperamento, dispone de amigos muy fieles que están viviendo el secuestro con gran inquietud y se sienten comprometidos en la búsqueda, de una salida.