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GENTE

RUMBOSA BODA CHARRA

La armó buena Ángel Rufino de Haro, conocido como El Mar¡quelo, que al casarse en la Catedral Vieja de Salamanca montó un espectáculo sólo superado cuando asciende los 90 metros de la torre de la catedral cada 30 de octubre. El caso fue que la boda resultó rumbosa, al más puro estilo tradicional charro, con más de 30 tamborileros recorriendo el barrio antiguo, acompañando a los novios también un centenar de hombres y mujeres ataviados con trajes tradicionales de diferentes provincias, aunque con predominio de los charros y de las sierras salmantinas, en un despliegue pocas veces visto de coros, dengues, sayas, pañolones, botonaduras y otros motivos tradicionales de indumentarias plurales. El Mariquelo, que se casaba con la serrana María Bouzard Nieto -que como todas las novias se hizo esperar-, llegó montado a caballo mientras que la novia apareció sobre una carroza. Al pasar bajo la torre a cuyos 90 metros de altura tiene muy abrazados, Ángel Rufino dijo que lo de "subir al altar tiene otro sentimiento". Y con ese sentimiento él mismo tocó con la gaita y el tamboril la acción de gracias después de la comunión. Luego el convite para 600 invitados, no sin antes alborotar con un desfile a quienes se encontraban en la Plaza Mayor, mientras funcionaban las cámaras de los turistas sorprendidos ante la que había montado un hombre que, desde luego, nunca pasa inadvertido.-

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