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El industrial desaparecido en Zaragoza pasaba por dificultades económicas

Las empresas de Publio Cordón, el industrial desaparecido en Zaragoza, atraviesan una mala racha, según han señalado fuentes empresariales. En medios cercanos a la familia reconocieron la existencia de "problemas económicos". Mientras tanto, la Jefatura Superior de Policía de Aragón insistió ayer en restar verosimilitud a las llamadas recibidas en el domicilio de la familia Cordón-Muro, que atribuían al GRAPO la autoría del presunto secuestro.

La situación económica de las empresas de Publio Cordón, a tenor de los datos que en estos días comienzan a conocerse, no parece que pueda calificarse de excelente. Cordón estaría pasando por "problemas de liquidez", según advertía uno de los empresarios con quien el industrial desaparecido compartía inversiones. Las dificultades fueron confirmadas en medios cercanos a la propia familia del industrial. Los problemas, según estas fuentes, "no hay ninguna intención de negarlos".Las dificultades económicas por las que están atravesando las empresas de Publio Cordón, que se podrían cifrar en un agujero de varios cientos de millones de pesetas, según fuentes del empresariado, provocaron el retraso en la presentación de la cuenta de resultados ante la junta de accionistas. La convocatoria de la junta tenía que haber tenido lugar en los mismos días en que el empresario soriano afincado en Zaragoza fue dado por desaparecido.

La policía, sin descartar más hipótesis que la de una desaparición accidental, trabaja centrada en comprender la maraña empresarial y, financiera tejida por el presidente de Previasa y el Grupo Hospitalario Quirón para tratar de hallar posibles pistas sobre su paradero. En cualquier caso, comienza a cobrar cada vez más fuerza la sospecha de que se trata de una acción de de delincuentes comunes. De hecho, la policía de Zaragoza mantiene contactos con la de otras provincias con el fin de contrastar datos sobre bandas de delincuentes.

La filtración de la noticia, en la noche del viernes, sobre la comunicación telefónica en la que se atribuía al GRAPO el secuestro causó de nuevo malestar en la familia (el propio portavoz José Antonio Ruiz Galbe afirmó desconocer su existencia). No es la única cosa que ha provocado disgusto en el hogar del empresario. Representantes de la familia habían hecho llegar sus protestas a los responsables de la investigación por la injerencia de agentes policales sin competencia en los trabajos para la localización del empresario.

Según ha podido conocerse, funcionarios de la Policía Local, por su cuenta y sin uniforme, solicitaron a la familia prendas personales del desaparecido para rastrear con un perro la zona ya batida por agentes de la policía Nacional, la Guardia Civil y los bomberos.

Sobre la presunta reivindicación en nombre de la banda terrorista GRAPO, los investigadores opinan que podría tratarse de una táctica dilatoria por parte de los verdaderos captores, caso de que se trate realmente de un secuestro. La ausencia de pruebas verosímiles y otros detalles de la comunicación provocan que, tanto la familia como la propia policía, estén aún a la espera de datos que permitan determinar con precisión lo ocurrido.

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Los esfuerzos por comprobar cualquier pista sobre el paradero del empresario continuaron durante la pasada semana. La Guardia Civil ha vuelto a inspeccionar la zona donde se supone que desapareció Publio Cordón cuando realizaba ejercicios físicos al lado del Canal Imperial de Aragón y ha vuelto a revisar las orillas del cauce en un intento de descubrir algún indicio.

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