De la Rosa niega haber injuriado al juez as ser llamado a declarar por desacato

La comparecencia ayer de Javier de la Rosa en la fiscalía de Barcelona, a la que acudió para declarar por un supuesto desacato al juez Joaquín Aguirre, desencadenó un incidente en el que se vio envueltoel financiero, la Guardia Civil, agentes de policía y el fiscal jefe, Carlos Jiménez Villarejo. Éste acabó abriendo diligencias a los tres policías que acompañaban al financiero. En su declaración, De la Rosa negó haber injuriado al magistrado.

Javier de la Rosa entró en la fiscalía en su vehículo por la, puerta del aparcamiento, contraviniendo las órdenes de Jiménez Villarejo que dispuso que el acceso se hiciera por la puerta principal "en iguales condiciones que cualquier ciudadano", según explicó a la prensa posteriormente el fiscal jefe. Se dio la circunstancia de que Jiménez Villarejo llegaba al edificio y coincidió con De la Rosa en el aparcamiento. Tras un momento de sorpresa, el fiscal jefe ordenó que saliera de nuevo y entrase por la puerta de la calle con lo que De la Rosa tuvo que desandar, a pie la rampa del aparcamiento. Entró en el edificio y pasó el control de metales. Poco después, uno de los agentes privados del financiero que permanecía en el vestíbulo fue instado a salir a la calle.Jiménez Villarejo abrió diligencias a los tres policías para saber por qué habían desobedecido su orden y por ello los tres agentes prestaron declaración. Un portavoz de la Policía afirmó después que se trató de falta de coordinación porque ignoraban la orden de Jiménez Villarejo. Fuentes de la defensa de De la Rosa aseguraron que se limitaron a seguir las indicaciones recibidas por teléfono cuando se les comunicó que tres policías controlarían el acceso a la fiscalía.

Después del incidente, De la Rosa declaró ante la policía que no tenía ninguna intención de injuriar ni faltar al respeto al juez Joaquín Aguirre en las manifestaciones que hizo el lunes pasado. Ese día el magistrado nombró a dos administradores judiciales para representar las acciones en poder de De la Rosa en la junta de accionistas de Grand Tibidabo.