El juez suspende la venta de acciones de Javier de la Rosa a Grand Tibidabo
CIA, El magistrado Joaquín Aguirre ha dejado sin efecto la operación de venta de acciones de Grand Tibidabo, en poder de Javier De la Rosa a la propia sociedad. La operación se realizó el pasado 23 de junio y suponía que el financiero vendía sus títulos a un 40% por encima de su valor. El juez ha nom brado dos administradores judiciales para que controlen las 4.480.435 acciones del financiero -formalmente propiedad de la sociedad Nueva Madrugada- y otro paquete de 2.175.058 pesetas en manos del Liechtensteinische Landesbank que, en opinión del juez, es una "mera fiduciaria" del inculpado De la Rosa.
De la resolución judicial se desprende que al magistrado le ha molestado el intento de realizar la transacción dado que el financiero está inculpado en el proceso precisamente por las supuestas irregularidades cometidas en operaciones similares cuando De la Rosa era el gestor de Grand Tibidabo.Para el juez, la operación de venta de las acciones es casi una burla a la justicia y razona el nombramiento de los controladores judiciales: "De no acordarse la administración judicial podría producirse un efecto paradójico, pernicioso y antisocial, consistente en que una persona que se halla inculpada y que ha pasado un tiempo en prisión por los presuntos delitos cometidos durante su gestión al frente de Grand Tibidabo, pudiera volver a controlar la compañía, lo cual revelaría la ineficacia del sistema Iegislativo y procesal español".
La petición de nombrar administradores judiciales ya la realizó inicialmente la UGT, personada en la causa, y el pasado 22 de junio la propia sociedad Grand Tibidabo se adhirió a la petición del sindicato. El auto del juez es contundente a la hora de, referirse a la escritura de compraventa suscrita el pasado viernes entre Nueva Madrugada y Grand Tibidabo por la que ésta última compraba a un precio de 237 pesetas cada una de las 4.480.435 acciones a Nueva Madrugada. En el proceso, contra el financiero, el juez embargó todas las acciones de Grand Tibidabo en manos de Nueva Madrugada. Por ello, el juez dice: "No es válida la venta de un bien embargado judicialmente, sin perjuicio de que tal venta pueda constituir por si misma un nuevo delito, lo que en su momento se determinará".
Entrando en puntos concretos de la transacción, el juez sostiene que la escritura tiene defectos e insta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a que acredite si la operación cumple íntegramente toda al normativa. "Resulta evidente que la venta no se ha perfeccionado, porque los mismos contratantes aluden en diversas ocasiones a que la efectividad de la transmisión de las acciones queda subordinada a la obtención de las autorizaciones procedentes". El magistrado también analiza otro punto de la escritura de compraventa y afirma que existe un error. El citado documento establece que Nueva Madrugada renuncia a los derechos políticos de las acciones traspasadas a Grand Tibidabo en la próxima junta de la sociedad, que se celebrará esta semana. Sin embargo, el texto no precisa en favor de quién se renuncia a los derechos: "Ante la defectuosa redacción debe acordarse la administración judicial ya que al no indicarse el nombre del cesionario de los derechos políticos, cabe la retroacción de Nueva Madrugada".
Reacción del financiero
El magistrado ordena la intervención judicial de las acciones en poder de Nueva Madrugada y también las de una entidad bancaria de Liechtenstein porque entiende que en uno y otro caso es Javier de la Rosa quien quiere hacer negocio.En medios de la investigación ha causado cierto asombro las noticias de que el financiero tenga previsto pagar 512 millones de pesetas por un crédito impagado ya que, en teoría, De la Rosa, tiene todos sus bienes embargados.
Al financiero, la decisión del juez Aguirre de nombrar a dos interventores judiciales no le ha gustado. En declaraciones a la agencia Europa Press, Javier de la Rosa aseguró ayer que no hará caso de la resolución del juez: "Yo no tenía el menor interés en entrar en Grand Tibidabo y por eso di las acciones para que se amortizaran y pudieran beneficiarse los accionistas". De la Rosa insistió en que la decisión del juez no le afecta: "Si hay un delito éste será el cometido por el juez".
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