La justicia italiana cree que la captura de Bagarella avivará la lucha por el poder dentro de la Mafia
La captura de Leoluca Bagarella, cuñado del gran capo Salvatore Totó Riína, avivará la lucha de poder dentro de la cúpula de la Mafia, que Bagarella intentó regir desde que, en enero de 1993, fuera detenido Riína. Así lo creen los magistrados cuando advierten, como el físcal de Palermo, Giancarlo Caseffi, que "hay que evitar el triunfalismo" y que "Cosa Nostra sabe curarse las heridas". Los principales mafiosos fugitivos son el palermitano Pietro, Aglieri, el joven Glovanni Brusca, aliado de los corleoneses, y, sobre todo, el corleonés Bernardo Provenzano, poco amigo de Riína.
Caselli, como todos los que intervinieron en la conferencia de prensa celebrada ayer en Roma para dar cuenta de la detención de Bagarella evitó, de hecho, describir la captura, porque la discreción resulta imprescindible para vencer "una batalla que", según advirtió el magistrado amenazado de muerte por la Mafia, "será todavía larga y conocerá nuevos momentos dificiles"."Hemos ganado una batalla, pero no la guerra sentenció el fiscal nacional antimafia Bruno SiclariSe ha sabido que Leoluca Bagarella, de 53 años, acreditado como el más terrorista de los corleoneses, ya que está acusado, de haber aportado e instalado el explosivo para el asesinato del juez Giovanni Falcone y de haber organizado los atentados de 1993 en Florencia, Milán y Roma, estaba totalmente solo y desarmado cuando fue abordado por la policía el sábado en la circunvalación de Palermo, cerca de la desviación para Corleone.
Intentó escapar a bordo del automóvil que conducía, pero se detuvo al cabo de siete minutos, y, aunque llevaba documentación falsa, no negó su verdadera identidad ni ofreció resistencia. Los agentes, que le seguían desde hace dos meses y que, misteriosamente, sabían qué pasaría en algún momento por el punto de la circunvalación, donde le esperaban, le identificaron enseguida porque el aspecto del fugitivo era idéntico al retrato robot sobre el que trabajaban.
En realidad, el hermano de Antonietta Bagarella, la mujer de Totó Riína, que ayer, con sus hijos, permaneció encerrada en la casa de Corleone, ha cambiado poco desde su última aparición pública en el primer gran proceso contra. la Mafia que instruyó el asesinado juez Giovanni Falcone, celebrado en 1986, un año antes de que Leoluca Bagarella lograra darse a la fuga . Un bigote espeso y rizado es la principal novedad en la imagen de un hombre que al ser detenido vestía un pantalón azul y una camisa clara, sin la elegancia ni el lujo que exhibió al comparecer ante la justicia.
Lujosos son, en cambio, los dos apartamentos habitados por Bagarella en pleno centro de Palermo, que ayer estaban siendo registrados por la policía. Uno de ellos está situado enfrente del edificio donde viven dos jueces antimafia. Los agentes localizaron también un depósito de armas y algo que presentaron como una "cámara de la muerte" en un almacén de las afueras, Han sido, además, detenidos dos encubridores. Uno de ellos, un sastre de la capital siciliana.
En la exactitud del retrato robot del fugitivo reside la clave de la importancia de su captura y de la gravedad de la crisis que vive la Mafia. Dicho retrato ha sido confeccionado con la ayuda de arrepentidos que conocían bien a Bagarella y entre los que, se encuentra otro cuñado suyo, Antonino Márchese, hermano de la mujer de Leoluca.
Proliferación de denuncias
La proliferación de estas denuncias que están poniendo en jaque a la organización criminal siciliana son una prueba más de la lucha que se desarrolla en su seno. En Catania, donde la Mafia siempre fue menos homogénea, han proliferado los asesinatos desde la detención del capo Nito Santapaola. También en Palermo ha habido muertes aparentemente relacionadas con una guerra mafiosa.Los especialistas esperan tras la caída de Bagarella que se produzcan cambios en la cúpula de la organización criminal. Los palermitanos de Cosa Nostra desplazados desde hace 15 años por los Corleoneses se verán tentados a tomarse ahora la revancha. A juicio de Luciano Violante, ex presidente de la comisión parlamentaria antimafia, Pietro Aglieri y Giovanni Brusca tratarán de ganar posiciones y en cuanto Bernardo Provenzano caiga se disputaran el poder de la Mafia.
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