Felipe González anuncia que pronto comunicará su decisión sobre relevos en el Gabinete

Felipe González anunció ayer que pronto dará a conocer su decisión sobre los cambios en el Gobierno. Mientras llega el momento, los miembros de su Gabinete dan por descontado que la crisis se producirá en torno al próximo fin de semana. El líder socialista, después de hacer este comentario en Cannes -adonde viajó para asistir a la cumbre de cierre de la presidencia francesa de la Unión Europea (UE)-, fue rotundo al señalar que no habrá elecciones anticipadas durante la presidencia española de la UE, entre el 1 de julio el 31 de diciembre. En la decisión de cambiar el Gobierno, más que en la de no anticipar los comicios al próximo semestre, ha pesado el desbloqueo del diálogo producido por su conversación con Jordi Pujol.

El presidente del Gobierno no quiso ser explícito sobre los cambios: "No se preocupen. Pronto lo sabrán", dijo a los medios de comunicación. González asistió ayer en Valbonne, una ciudad tecnológica cerca de Cannes, a la tradicional reunión de los líderes socialistas europeos que precede la cumbre semestral de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Constituye una novedad que González haya respondido a esta cuestión, cuando lo habitual es que no conteste.El elemento nuevo ha surgido en las últimas horas: los más incrédulos sobre la posibilidad de una crisis de Gobierno han cambiado radicalmente de posición y ayer mismo aseguraron que, con toda probabilidad, el próximo viernes se celebrará el último Consejo de Ministros en su actual composición. Este convencimiento recorre ya todos los sectores del PSOE ' incluidos los "más felipistas". Si en la primera semana del escándalo de las escuchas del Cesid los más cercanos a Felipe González consideraban poco probable la sustitución del vicepresidente Serra, ahora ya casi nadie lo duda.

Serra y García Vargas

Narcís Serra y el ministro de Defensa, Julián García Vargas, están a la espera de que Felipe González les comunique cuándo dejan sus puestos. Ambos políticos siguen trabajando en la investigación de los escándalos del Cesid y se reúnen diariamente con el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, y con el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, habló con Felipe González de los cambios y ha dado a entender que conoce perfectamente qué es lo que va a hacer el jefe de Gobierno. Antes de entrar a la reunión del sábado en La Moncloa, había dejado una estela de declaraciones en las que dejaba claro que si se viera en la situación de González "ya habría tomado medidas" en el orden de las responsabilidades.

El presidente del Gobierno, a menos de 24 horas de la reunión con Pujol, dijo con satisfacción que no habrá elecciones en 1995, persuadido de que goza de la estabilidad suficiente como para que se desarrolle con normalidad la presidencia europea.

El líder español tuvo que responder a preguntas de sus correligionarios socialistas europeos parecidas a las que les suele hacer la prensa española sobre la estabilidad de su Gobierno. "Algunos compañeros han expresado su preocupación y he intercambiado algunas palabras con ellos. Pero no ha pasado de allí", reconoció González en una rueda de prensa conjunta con los demás líderes.

El jefe del Gobierno español se esforzó después en apaciguar los temores de su auditorio. "En principio se puede descartar cualquier proceso electoral durante el semestre español", recalcó. Precisó que se refería a elecciones legislativas y no autonómicas, como las que podría convocar Pujol este otoño en Cataluña. "El Gobierno gozará del apoyo político y parlamentario suficiente en 1995 como para que se desarrolle sin problemas la presidencia española", subrayó.

A aquellos que dudan de que esté en condiciones de encabezar la UE dentro de seis días, replicó: "Demostraremos con los hechos lo contrario". Quien duda es el presidente del Partido Popular, José María Aznar.

En su reunión con Pujol "no se ha tocado explícitamente el calendario electoral", es decir que presumiblemente no se mencionaron fechas concretas. "Hemos hablado", prosiguió el presidente, "de la situación política y de la cooperación hasta fin de año", es decir, de transferencias a la Generalitat, proyectos de ley pendientes de tramitación y los Presupuestos de 1995.

González vaticinó que él y su interlocutor seguirán "trabajando a lo largo del semestre". También le informó a Pujol, según un portavoz, sobre el contenido y evolución de la investigación en curso sobre las escuchas del Cesid, "que avanza bien". El ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, que acompañaba a González hizo la siguiente petición: "Que Gobierno y oposición nos tomemos unos pocos meses de descanso en la actual batalla y nos concentremos en ganar otra batalla más importante, que consiste en que la presidencia salga bien para que Europa pueda avanzar y de esa manera España también avanzará"