"Madrid es como un concierto 'heavy"

El haber nacido el mismo día y mes que Bruce Springsteen, Julio Iglesias y Ray Charles debió de marcar a este madrileño que a sus 41 años, lleva media vida difundiendo concier tos de rock. Su presencia -es alto, tiene largas y pobladas barbas y cada vez ernseña más frente- es tan im prescindible en cualquier concierto que se celebra en Madrid como la del artista en cuestión. Curiosamente, fue su militancia en grupos de la izquierda maoista lo que le llevó a esta actividad que él mismo quisiera que figurara en su carné de identidad como "profesión: sus conciertos". En los últimos años de la dictadura, al tiempo que estudiaba, se buscaba la vida como aprendiz en el almacén de la Philips, y, por rojo, le encomendaron promocionar los discos de Paco Ibáñez.Pregunta. ¿Por qué no promotor de conciertos?

Respuesta. Porque promotor es el empresario o institución que contrata al artista. Yo no hago eso. A mí me dicen: "Tal día actúa fulanito en tal sitio", y yo tengo que difundirlo, contárselo a los medios y a la gente, para que el concierto se llene, sea un éxito y se hable de él, antes y después.

P. ¿El primer concierto es como la primera novia, nunca se olvida?

R. Más o menos, pero no sé si por placer o por angustia. Fue la Noche roja de Miguel Ríos en el campo del Moscardó hace casi 20 años.

P. ¿Ya existía entonces eso de ser free-lance?

R. Entonces trabajaba en la compañía discográfica de Miguel Ríos, pero a mí él me pagaba aparte. Así que cuando me fui de la discográfica volví con Miguel para la gira de El rock de una noche de verano y he seguido de free-lance con él, con el Ayuntamiento de Madrid hasta que llegaron los populares, en la Comunidad y con Gay Mercader, que es el que suele traer a los Rolling, Springsteen y todos los grandes conciertos.

P. ¿Cuál ha sido el concierto con más dificultades?

R. El primero de Michael Jackson en el Calderón; sólo dejaba hacer fotos en dos canciones separadas, y en otras dos dejaba a las televisiones. Teníamos que quitarles las cámaras a los fotógrafos y desenchufar a los de la tele para luego devolvérselos y volvérselos a quitar.

P. ¿Y el más lleno?

R. Aunque no tuve que ver con él, sin duda el de U2 en el Bernabéu . La gente corría peligro entonces.

P. ¿Cuál ha sido su concierto más madrileño?

R. El que dieron juntos en Las Ventas Rosendo y Burning en el 91. Fue una manifestación de madrileñismo increíble.

P. ¿Ha cambiado esta ciudad en tantos años haciendo conciertos?

R. Ahora es mucho más incómoda, hay menos salas de media audiencia y se ha convertido en una ciudad muy desconcertante a la hora de predecir el éxito o el fracaso de un concierto. Tan desconcertante y ruidosa como un concierto de AC/DC [grupo de música heavy].