La milicias de EE UU amenazan con "dar una buena tunda al Gobierno"

Una cosa ha quedado clara: las relaciones públicas no son el punto fuerte de los grupos paramilitares de extrema derecha norteamericanos conocidos como "milicias". El jueves, durante su primera comparecencia en el subcomité sobre terrorismo, tecnología e información del Senado de Estados Unidos, dirigentes de estas organizaciones diagnosticaron, vestidos en trajes de camuflaje, el mal de su país -"la excesiva intromisión federal en las vidas de los ciudadanos"- y ofrecieron su remedio: "Darle una buena tunda al Gobierno para que se porte bien".Convencidos de que "el atentado de Oklahorna fue ordenado por el presidente Clinton", los representantes de las milicias, que según cálculos oficiales cuentan con 100.000 miembros repartidos por 30 Estados, se declararon buenos ciudadanos, defensores de la Constitución, y negaron cualquier relación con el atentado que costó la vida a 168 personas en ese Estado del Medio Oeste el pasado 19 de abril.

James Johnson, uno de los pocos líderes negros de estos grupos, negó que las milicias estuvieran dominadas por racistas blancos: "Somos un movimiento de derechos civiles de los noventa. No somos asesinos de niños, somo hijos del boom demográfico. No somos terroristas, somos contribuyentes. Cuando la gente dice que este movimiento está formado por blancos exaltados, yo les digo que si los negros siempre hubieran tenido armas no habrían sido esclavos".

Mientras, fiscales y funcionarios del Gobierno advirtieron que la retórica de estos grupos "es cada vez más peligrosa", y algunos senadores demócratas criticaron al presidente del subcomité, el candidato republicano a la presidencia, Arlen Specter, por haberles dado publicidad.