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La contramanifestación de HB no logra reventar a los trabajadores de Aldaya

Varios miles de donostiarras testimoniaron ayer tarde en silencio su rechazo al secuestro del industrial José María Aldaya, pese a la presencia en el mismo lugar y a la misma hora de cientos de simpatizantes de ETA convocados expresamente por Herri Batasuna. Al contrario que hace una semana, cuando las provocaciones de los simpatizantes de la organización terrorista propiciaron el enfrentamiento físico, las concentraciones de ayer a las ocho de la tarde se disolvieron sin mayores alteracados.

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La contra y los neutrales

La concentración, silenciosa de 15 minutos promovida por los trabajadores de Alditrans, la empresa del secuestrado, contó ayer con la participación ciudadana muy superior a la de hace una semana, en un gesto de reafirmación expresa frente a las crecientes maniobras intimidatorias promovidas por Herri Batasuna.Cumplido el acto, presidido por los trabajadores de Alditrans, los secretarios generales de CC OO y UGT de Euskadi, Santiago Bengoa y Josu Fiade, y dos de los hijos del secuestrado en torno a la pancarta "Guztiok gara Josemari". (Todos somos Josémari), los ciudadanos se disolvieron con un atronador aplauso que silenció por momentos los gritos de Gora ETA.

Los simpatizantes de HB, con la Mesa Nacional a la cabeza y envueltos en ikurriñas, prosiguieron con sus insultos y amenazas, -"Zuek fazistak zarete terroristak" (Vosotros fascistas sois los terroristas), "Calleja [en referencia al periodista de ETB José María Calleja] entzun, pim, pam, pum" (Calleja escucha, pim, pam, pum)-, hasta después de acabar la concentración.

Al acto asistieron igualmente un buen número de sindicalistas movilizados con el propósito de prestar una mayor cobertura a la concentración ciudadana. La Ertzaintza había reforzado su dispositivo de seguridad en previsión de que se reprodujeran las agresiones de hace una semana, pero no llegó a hacer acto de presencia.

Ante el riesgo de enfrentamiento, los representantes de los partidos políticos, los trabajadores de Alditrans y el propio portavoz de la familia del secuestrado, Inaxio Altuna, habían insistido a lo largo del día en la necesidad de no responder a las provocaciones de HB.

Al tiempo que animaban a participar en la concentración los trabajadores de Alditrans reiteraron la conveniencia de que la gente se disolviera tranquilamente, "evitando cualquier tipo di enfrentamiento", en cuanto finalizaran los 15 minutos de silencio. Las organizaciones pacifistas como Denon Artean (Entre Todos) subrayaron igualmente que "la vía del enfrentamiento beneficia a quienes sólo saben defender sus ideas con el chantage, el secuestro y el tiro en la nuca".

El sacerdote Inaxio Altun señaló que, a su juicio, la contramanifestación de HB era un intento de "aplastar o devaluar" la concentración de los trabajadores de Alditrans. "La familia", dijo, "ve en todas estás contramanifestaciones una nueva sombra o una cierta inquietud que no facilita para nada la solución la liberación definitiva".

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