Los taxistas denuncian que los avances del metro y la EMT les perjudican tanto como el mal tráfico
La acústica del recién estrenado Palacio Municipal de Congresos sufrió anoche una dura prueba: los gritos de los 2.000 taxistas que asistieron a la asamblea general de la Asociación Gremial del Taxi. En medio de un ambiente muy crispado -los aplausos y los silbidos se cruzaron durante toda la tarde- el presidente de la Asociación, Eladio Núñez, expuso durante casi dos horas las necesidades más urgentes del sector y las medidas que su directiva pretende tomar. En una asamblea donde no quedó títere con cabeza, los conductores criticaron con la misma virulencia el caos circulatorio de la ciudad, el exceso de lícencias y las continuas subvenciones al metro y a la Empresa Municipal de Transportes.
De los 15.000 taxistas que circulan por Madrid, 11.500 pertenecen a la Asociación Gremial del Taxi que ayer se reunió en el Palacio Municipal de Congresos, situado en el parque Juan Carlos I. Durante casi cinco horas, 2.000 conductores repasaron todos sus conflictos, internos y externos. A gritos rebatieron la gestión del presidente de la Asociación, Eladio Nuñez, al que acusaron de estar "entregado" a todas las administraciones. "¡Nos ha vendido!", le gritaban desde las butacas cada vez que el presidente intentaba explicar su gestión. "Somos mendigos, aparcados durante horas en las esquinas sin nada que echarnos a la boca", dijo un taxista que fue aclamado por sus compañeros tras soltar la metáfora.Eladio Nuñez dedicó un amplio apartado de su discurso -40 folios que agotaron a la mayoría de los asistentes- al Ayuntamiento de la capital. "Nuestras relaciones no son ni buenas ni malas", dijo en el tono conciliador que mantuvo durante toda la sesión. "Entre lo bueno que han hecho está el aumento de la tarifa sin que siquiera lo solicitáramos o las nuevas paradas de taxis en la Estación Sur, en Conde de Casal y en la Cuesta de San Vicente". Pero el punto a favor del Ayuntamiento que más aplausos arrancó fue el referido a las multas de velocidad contra taxistas. "Hemos logrado que nos eximan de ellas", dijo Nuñez ante una audiencia que, por una vez, fue unánime en los aplausos hacia su presidente. La decisión del Ayuntamiento de no revisar el nivel de humo de los taxis también fue recibido con regocijo. "Cuando se haga con todos los coches de la ciudad, entonces quizá lo aceptaremos. No somos conejos de indias", proclamó Nuñez.
La de cal contra el consistorio fue por el retraso de seis meses en la entrega de las 50.000 pesetas de subvención para los coches que han instalado las mamparas antirrobo; el caos circulatorio -"uno de nuestros mayores males"- y los mínimos resultados de la Policía Municipal en la lucha contra la picaresca en el taxi. "No nos están ayudando a evitar ese intrusismo [falsas licencias] que tanto nos perjudica y que tan mala prensa nos hace. Nuestro margen de confianza al Ayuntamiento ha terminado", aseguro el presidente de la Asociación.
Los taxistas encuentran enemigos incluso en casa. Ayer todos coincidieron en que sobran 5.000 licencias. Un conductor -con corbata y chaqueta- se atrevió a decir micrófono en mano: "Yo también he tenido un sueño y en mi sueño había un avión y del avión caían al vacío 5.000 taxis".
"Se dicen muchas tonterías, pero si la gente supiera la ruina en la que estamos nos entenderían. Ganamos la mitad que hace cuatro años. El problema de fondo es muy gordo", explicó un conductor que, tranquilamente sentado en la primera fila del auditorio, escuchaba a sus compañeros. "Trabajo 14 horas al día y no llego a fin de mes nunca. Nuestra crisis es muy grande".
Las alusiones a los últimos avances del metro de Madrid y de la EMT provocaron uno de los mayores alborotos de la tarde. "¡Sólo falta que regalen los billetes!", vociferaron. "Ponen autobuses gratis cada vez que hay algún acontecimiento y cada día hay más líneas nuevas de tren. Pero, ¿Y nosotros? ¿Quién nos ayuda a nosotros? Estamos a merced (le los autobuses y los trenes".
Y por si ésto fuera poco, otro conductor tomó la palabra y dijo señalando al presidente de la asociación: "Estamos mancillados hasta por nuestra propia televisión autonómica. ¿O es que usted no ha visto ese anuncio en el que una joven que va en un taxi se baja porque no llega al trabajo por culpa del tráfico y ese otro en el que un joven que sale mareado de un local nocturno se sube a un autobus de la EMT?. Y, con la sonrisa del conductor de la EMT de fondo, se escucha la frasecilla esa de 'la estrella eres tú'. Lo que está claro es que nosotros nunca somos la estrella".
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