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El PP no aceptará hoy de Serra y García Vargas "razones de Estado" ni explicaciones técnicas

El Partido Popular no está dispuesto a aceptar que Narcís Serra, vicepresidente del Gobierno, y Julián García Vargas, ministro de Defensa, dediquen la reunión prevista para hoy en el Congreso con los comisionados encargados de conocer secretos oficiales a escudarse en "razones de Estado" o "de la defensa nacional", y mucho menos en causas "técnicas" sobre el funcionamiento del Cesid. Julio Anguita, por su parte, aseguró que el saneamiento democrático debe iniciarse con la dimisión de Felipe González, al que acusó de pactar con "residuos franquistas" que ahora se vuelven contra él.

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El PP entiende que los dos miembros del Gobierno deben ofrecer una asunción clara de responsabilidades políticas. Aunque los Populares no dudan que la responsabilidad total y absoluta del escándalo de las escuchas del Cesid incumbe al presidente del Gobierno, Felipe González.En rueda de prensa, el portavoz del PP, Rodrigo Rato, fue tajante ayer al señalar que su grupo y su partido no necesitan establecer ningún grado de responsabilidad política, ya que es el propio jefe del Ejecutivo quien modificó la dependencia orgánica del Cesid por una ley de 1984 para controlarlo directamente desde la Presidencia del Gobierno. Por ese planteamiento Rato no duda al afirmar que es la propia legalidad vigente la que sitúa a González como responsable inmediato de todo lo ocurrido en el Cesid.

El portavoz popular aseguró que él no romperá el secreto de la reunión, a la que asistirán los portavoces de los distintos grupos parlamentarios elegidos en su día por el pleno del Congreso para conocer de las materias reservadas. Sin embargo, Rato dio a entender que, a la vista del contenido de la reunión, adoptará la postura política que considere conveniente y hará declaraciones que, sin violar el contenido de las manifestaciones que hagan el vicepresidente del Gobierno y el ministro de Defensa, fijen la postura de su partido sobre el escándalo del Cesid.

Rato explicó que si se hubiese descubierto una escucha ilegal el presidente del Gobierno podría escudarse afirmando que desconocía ese caso concreto, "pero si nos encontramos", subrayó, "ante una política sostenida durante muchos años de intervenir conversaciones de ciudadanos que nada tienen que ver con la seguridad nacional, e incluso de personas que representan a las más altas instituciones del Estado, estamos ante una clara desviación de poder y de vulneración de la ley".

El portavoz del Grupo Popular está convencido de que "el Gobierno no pondrá la responsabilidad en ningún sitio, se escudará en la defensa nacional y dirá que se trata de prácticas habituales en todos los países", pero entiende también que "es muy triste que se escuden en la defensa nacional, porque cuando un Gobierno quiere explicar la vulneración de la ley en la seguridad nacional estamos muy lejos de la democracia".

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Rato ironizó al preguntarse si el presidente del Gobierno dirá de nuevo que se ha enterado de lo que sucedía en el servicio secreto militar a través de los periódicos y emplazó también al presidente de la Generalitat y líder de CiU, Jordi Pujol. "Nos daba clases a todos de que en Europa no se pedían responsabilidades por el terrorismo de Estado", dijo. "No sé si ahora nos dirá que es práctica habitual de los países democráticos espiar a todo el mundo".

Julio Anguita, a diferencia de José María Aznar, que se mantiene en un discreto tercer plano y deja hacer a sus segundos, se lanzó ayer en tromba contra el Gobierno y su principal soporte, Jordi Pujol. A Felipe González le dijo que el saneamiento democrático comienza con su dimisión y le acusó de pactar con residuos franquistas. De Pujol aseguró que es la persona con más responsabilidad".

"Descomposición", "gangrena", "sociedad de concupiscencias". Así ve la situación después del estallido del escándalo de las escuchas ilegales del Cesid. En un país "medianamente decente", declaró a la cadena Cope, "habrían dimitido ya el primer ministro, el padre y el abuelo del primer ministro".

González, añadió Anguita, nunca ha dado la cara; no he visto un presidente de Gobierno más cobarde políticamente [...] está todo el día huyendo, entregando cabezas, y él sigue maquinando". Para el líder de IU, las grabaciones del servicio secreto militar demuestran que se ha montado una organización de vigilancia de alcobas "para chantajear a la gente, para asustarla, para que se plegaran a sus designios" y ahora. alguien la ha vuelto contra sus creadores e intenta involucrar al Rey para conseguir que González se vaya.

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