"Si hubiera jugado más, no me habría ido"

Emilio Butragueño (32 años), el jugador más carismático del Real Madrid en los últimos tiempos, se despide esta noche del que ha sido su equipo durante,12 años. Con él se va el líder de la Quinta, un grupo de futbolistas que ha marcado un antes y un después en la historia del madridismo.

Pregunta. ¿A quién afecta más la retirada: a la persona o al personaje?

Respuesta. A los dos. El personaje abandona su recinto habitual, pero la persona se sentía muy involucrada con el lugar donde estaba el personaje. Por lo tanto, es algo que también me afecta como persona.

P. ¿Cuánto espacio le había quitado el mito a la persona durante estos años?

R. Menos de lo que se cree. En realidad, me pregunto hasta qué nivel soy un personaje, aunque debo confesar que no he sido un jugador indiferente, alguien que vaya a pasar desapercibido.

P. ¿Qué aspectos de su carrera le hubiera gustado cambiar?

R. Muy pocos. Cuando suceden las cosas es por algo. Es mi visión de la vida y la acepto. Pero puesto a cambiar, me remito a un instante de mi carrera: me hubiera gustado marcar en las dos ocasiones que tuve en Eindhoven en las semifinales de la Copa de Europa.

P. ¿Cómo ve este homenaje, con emoción o con interés?

R. Me interesa que todo salga bien, que la gente se divierta y lo recuerde de forma entrañable. Me emociona que la gente se laya volcado tanto.

P. ¿Hace cuánto tiempo que no se emociona con el fútbol?

R. Cuando llego al Bernabéu y lo veo lleno, algo me pasa en el estómago.

P. No lo parece. Da la impresión de ser una persona distante. ¿Hasta qué punto representa un papel?

R. No lo represento. Lo que sucede es que cada uno tiene una manera de ser. Yo exteriorizo poco mis sentimientos. Además, llegado a un punto, el jugador del Madrid provoca una repercusión con lo que hace. Por lo tanto, tiene que tener cuidado con todos sus actos.

P. Eso es cuidar la imagen.

R. No es cierto. Cuando se le entrevista a un jugador del Real Madrid o cuando participa en un acto público, aparte de representarse a él, también representa a la institución. Esto lo tengo muy claro en mi caso.

P. ¿Dónde queda el lado humano bajo tanta corrección?

R. Lo que quiero es estar a gusto conmigo mismo. Lo veo de la siguiente manera: si por algo conviene pasarse entre la corrección y la incorrección, hay que elegir la corrección.

P. He aquí un político...

R. No. Sólo soy un futbolista, que es lo que quiero seguir siendo durante un tiempo. Después intentaré adaptarme a la vida, que no sé adónde me va a llevar.

P. ¿No lo sabe de verdad?

R. No me imagino.

P. ¿Por qué no celebró en el campo el triunfo en la Liga?

R. No lo hice porque vi los últimos cinco minutos por televisión en el despacho del jefe de prensa del club. Cuando me quise dar cuenta, vi a todos dando la vuelta por televisión. No era el momento de hacer un rídiculo espantoso, entrar allí yo solo para unirme a ellos.

P. ¿No cree que se pudo mal interpretar ese gesto?

R. Las interpretaciones son libres, pero eso es lo que sucedió.

P. ¿Siente esta Liga suya?

R. Sí, la considero mía, aunque menos que las anteriores porque he participado mucho menos. Hay que tener en cuenta que en la segunda vuelta no he ido convocado. He intentado ayudar al equipo dentro de mis posibilidades, pero la sensación de conquista es distinta.

P. ¿Se curarán sus cicatrices con Valdano?

R. Sí. Ha sido una situación incómoda para los dos. Ambos entendemos lo que ha ocurrido porque somos profesionales. Me hubiese gustado que hubiera sido otro. No pensaba que esto llegara a suceder con Valdano porque los dos coincidimos en cuanto a nuestras ideas sobre el fútbol. En ningún momento pensé que iba a jugar tan poco.

P. ¿Se considera en condiciones de ser titular en el Madrid o de seguir en el fútbol?

R. Es difícil responder a esto. No he jugado tres partidos seguidos en 12 meses. Creo que tengo capacidad para jugar, pero es una duda que tengo.

P. ¿Pensó su final así?

R. Si hubiera jugado un poco más, no me habría ido.