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Sale de prisión a los 15 días el colombiano acusado del asesinato en Costa Polvoranca

F. Javier Barroso

El juez puso el jueves en libertad a Juan Carlos Parra, un colombiano de 20 años, vecino de Fuenlabrada, que ha pasado dos semanas en la cárcel de Valdemoro porque la policía le creía relacionado con el crimen de Costa Polvoranca. En esa zona de copas de Alcorcón murió apuñalado un joven el 21 de mayo y cuatro cabezas rapadas siguen encarcelados como presuntos culpables. Juan Carlos era el quinto arrestado. Su condición de colombiano de tez morena y su conocida colaboración con organizaciones humanitarias restaron crédito a la detención y despertaron las protestas de diversos colectivos. El jueves, un centenar de jóvenes se habían manifestado en su apoyó.

Parra ya ha anunciado que su puesta en libertad es sólo el principio de una nueva batalla: "Ahora se pedirán responsabilidades al juez, o quien sea, para que esto se aclare y se limpie mi nombre", declaró a EL PAÍS.Este vecino de Fuenlabrada estudia segundo de BUP, lleva 13 años en España y cree que le han detenido como "cabeza de turco". Pero considera que a los autores del desaguisado les ha salido mal el truco. "Si hubieran visto mi aspecto, tal vez les habría salido mejor la parafernalia que querían montar. ¡Soy colombiano, trigueño, de pelo rizado, nariz chata y labios gruesos!", exclama Juan Carlos. Precisamente, un aspecto que no gusta nada a los rapados con los que se le ha involucrado.

Parra fue detenido el jueves 25 de mayo por la tarde. Cuando entró en el portal de su casa, se le acercó un policía de paisano. Le comentó que tenía que acompañarle por un asunto de huellas. Enseguida, según su relato, le rodearon más policías y le esposaron. Fue entonces cuando le explicaron que su detención se debía a la riña que produjo la muerte de Ricardo Rodríguez. Desde la comisaría de policía de Fuenlabrada fue conducido a la de Alcorcón. Allí le interrogó un subcomisario sin que estuviera su abogado. La noche la pasó en los calabozos.

Al día siguiente fue llevado al juzgado. El juez de instrucción número 3 de Alcorcón le preguntó si se reconocía en una foto. Era la misma en la que le identificaron algunos testigos. Su abogado le comentó que, al decir que sí, ingresaría en prisión. Pero ¿cómo no iba a reconocerse en esa foto si era una foto suya?

La Policía Municipal de Alcorcón inauguró la misma noche del crimen una cadena de errores. Tres horas después del asesinato de Ricardo Rodríguez García, la Policía Local detuvo a tres sospechosos. La euforia duró poco. Al pasar a disposición judicial, fueron inmediatamente puestos en libertad. El caso de Juan Carlos ha resultado todavía más extraño.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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