Roca abandonará la secretaría general de Convergencia en los próximos meses

Miquel Roca dejará la secretaría general de Convergéncia Democrática de Catalunya (CDC) en el próximo congreso del partido, o incluso antes, según confirmó él mismo a este diario. Pere Esteve se configura como el nuevo hombre fuerte de CDC, detrás del presidente Jordi Pujol. Esteve, actual portavoz de la ejecutiva del partido y diputado autonómico, será nombrado secretario general adjunto y, lo que para muchos es más importante, director de la campaña electoral en los comicios catalanes.

El actual secretario de organización, el diputado en el Congreso Ramon Camp, será nombrado también secretario general adjunto, aunque supeditado a Esteve. Estos nombramientos se producirán 'en la reunión del consejo nacional de CDC del día 18. El congreso no tiene fecha. Sólo se sabe que se celebrará tras las elecciones autonómicas. Roca no descarta dejar el cargo antes del congreso pero siempre después de los comicios.Antes de la campaña electoral Roca había apuntado. que, de ser elegido alcalde, continuaría en su cargo en el partido, auxiliado por uno o dos adjuntos, hasta el próximo congreso, aunque insinuó que quizá habría llegado entonces la hora del relevo. Pero su derrota. en las elecciones municipales de Barcelona ha debilitado aún más su posición en el partido.

Roca disputó con Pujol. en 1992 el liderazgo de CDC, pero perdió el envite. Aunque recuperó la secretaría general, su poder quedó muy tocado. Ahora, se dedicará de lleno a encabezar la oposición municipal en Barcelona aunque, sin embargo considera prematuro asegurar que volverá a disputar la alcaldía.

Seguramente habrán pesado varios factores en Roca: desánimo, por un lado, y constatación de que en los últimos meses, sino años, no ha podido ejercer como secretario general de forma efectiva.

La oposición enjuició ayer de forma diferente el relevo de Roca. Mientras que para los socialistas la decisión era síntoma de "la creciente pérdida de fuerza de Convergéncia", en palabras de Josep Maria Sala, para el PP, el anuncio era una premonición del futuro de Roca: su retirada definitiva de la política, según Aleix Vidal-Quadras.