La familia pide que se reabra el caso del joven herido al caerle una canasta

La familia de Julio Bejarano Hernández, de 16 años, ha decidido denunciar al Ayuntamiento de Valdemoro por con siderar al consistorio responsable del terrible accidente que sufrió su hijo en 1992. A Julio le cayó encima una canasta de baloncesto mientras jugaba en el parque de la avenida de Andalucía.El joven disputaba un partido de baloncesto con unos amigos el 9 de julio de 1992 cuando, al colgarse del aro, la canasta cayó sobre él partiéndole la tráquea, los bronquios y el esófago. El joven fue trasladado al hospital Doce de Octubre, donde ingresó con un traumatismo torácico cerrado. Julio permaneció cuatro días en coma y, tras recuperarse, precisó de otra intervención en noviembre de ese mismo año para extirparle el colon y crearle un nuevo esófago.

La madre de Julio, Paloma Hernández, acusa al Ayuntamiento de no haber realizado revisiones periódicas de las canastas, ya que una tenía el aro doblado y la que provocó el accidente presentaba una hendidura cercana a la base y se encontraba doblada. "Si no hubiera estado vencida, mi hijo no hubiera podido colgarse del aro porque él medía 1,69 en el momento del accidente y la canasta en perfecto estado tenía una altura cercana a los tres metros", explica la madre.

Para el Ayuntamiento, sin embargo, no existe ningún tipo de responsabilidad municipal, ya que los jóvenes estaban utilizando "de modo vandálico el mobiliario urbano".

El Juzgado de Aranjuez tramitó las diligencias, pero, según el abogado de la familia, Crescencio Cordero, decidió cerrarlo "de forma sorprendente el 27 de marzo de 1995 sin haber tomado siquiera declaración a Julio". La familia ha recurrido esta decisión y su recurso ha sido admitido. La defensa exige responsabilidad civil subsidiaria y penal al consistorio, que basa sus demandas en las secuelas que le han quedado al joven, como son problemas de deglución, afonías intermitentes, atención psicológica y desviación del tabique nasal.