Las mujeres de un pueblo exhiben bajo pancartas a un agresor sexual
F. S. G., presunto autor de un intento de violación a una mujer de 36 años en Ibarra (Guipúzcoa), fue detenido y obligado por un grupo de vecinas a desfilar el lunes pasado por las calles del municipio hasta el juzgado de Tolosa delante de una pancarta en la que se leía su nombre y se le acusaba de violador.La juez tomó declaración a F. S. G., que posteriormente fue trasladado por la Ertzaintza (policía autónoma vasca) a dependencias policiales donde se encuentra a la espera de la decisión judicial. El detenido, domiciliado en Cáceres y de 36 años de edad, se encontraba trabajando en las obras de reparación del Ayuntamiento de Ibarra. El departamento de Interior ha tachado de "irregular" la actitud de las mujeres, ya que, en su opinión, no facilitaron a la Ertzaintza todos los datos que obraban en su poder.
Agentes de la Ertzaintza detuvieron a otra persona como presunto autor de la agresión sexual que posteriormente quedó en libertad. En una nota del departamento de Interior se señala que la actitud correcta de las mujeres hubiera sido facilitar a la Ertzaintza todos los datos.
Los hechos de los que es acusado F. S G. se produjeron en la madrugada del sábado en Ibarra cuando una mujer de 36 años, según consta en la denuncia presentada, fue abordada por la espalda por un hombre que la agredió al tiempo que le levantaba la ropa, dejándola parte de la espalda al descubierto. Posteriormente el agresor se fugó del lugar.
Varias mujeres de Ibarra y de Tolosa han manifestado que en las últimas fechas habían sido molestadas por un hombre de características similares al presunto violador.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.