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Un joven muere en extrañas circunstancias a las puertas de la 'catedral del bakalao'

Jan Martínez Ahrens

Pedro S. S., de 19 años, falleció a primera hora de la tarde de ayer a las puertas de la discoteca Attica, considerada la catedral del bakalao. Aunque la causa de la muerte no ha sido determinada oficialmente, los amigos de la víctima declararon a los servicios médicos que el joven discotequero había tomado esa mañana un cuarto de gramo de speed -anfetamina en polvo y dos pastillas "RR" - un tipo de éxtasis-. Attica, situada junto a la carretera de Barcelona (distrito de Barajas), fue clausurada en octubre pasado por su edificación en suelo no urbanizable.

Pedro S. S. salió a las siete de la mañana de su casa de Carabanchel. A sus padres les dijo que se iba al chalé de unos amigos. "Por lo que se ve, se fue a la discoteca", comentó ayer su progenitor.El joven se reunió con cinco compañeros. Se dirigieron, según fuentes policiales, a Attica. El establecimiento, donde impera la denominada música bakalao, abre sus puertas a última hora de la noche y no cierra hasta pasado el mediodía. El ritmo en su interior es frenético.

A las 14.30, Pedro S. S. se desplomó. Se encontraba, siempre según la primera versión policial, a la puerta del concurrido local. Sus compañeros le recogieron y le trasladaron en coche a la clínica Asepeyo, en el término municipal de Coslada (85.000 habitantes). Al ingresar en el centro médico, la víctima sufría violentas convulsiones. La fiebre le consumía. Los amigos explicaron a los facultativos que el muchacho había ingerido. dos pastillas "RR" y esnifado un cuarto de gramo de speed. De poco sirvió la indicación.

Los sucesivos intentos de reanimación, en los que participó una unidad del 061, no consiguieron rescatar a Pedro del túnel. A las 16 horas, los, médicos certificaban su defunción. A falta de autopsia, la causa exacta de la muerte permanecía en la oscuridad.

El fallecimiento fue comunicado por la Policía Local de Coslada a la comisaría de Chamartín y a la Brigada Provincial de Policía Judicial.

La familia, compungida, no daba ayer crédito a la súbita muerte de Pedro. "No se sabe lo que ha pasado. Esperamos conocer el resultado de la autopsia. Los amigos que iban con él no quieren saber nada del asunto y callan", dijo el padre del fallecido..

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La discoteca Attica está situada en el kilómetro 15 de la carretera de Barcelona, junto al puente de San Fernando de Henares, en un extremo del término municipal de Madrid.

Fin de ruta

El establecimiento se convirtió el año pasado en uno de los centros de la llamada ruta del bakalao (trasnochador itinerario seguido por miles de jóvenes que durante el fin de semana recorren diferentes locales con un mismo tipo de música en busca de diversión).El trasiego ocasionado por los jóvenes que acudían a este lugar -un antiguo restaurante- levantó más de una protesta. Hasta que en octubre pasado el departamento de Disciplina Urbanística de Madrid ordenó el precinto de la discoteca.

El local, a tenor de los informes municipales, había sido edificado en suelo no urbanizable. La decisión de cerrar el establecimiento, acompañada de la apertura de un expediente -que puede desembocar en la demolición-, llegó tras varios meses de tira y afloja con los arrendatarios, a los que este periódico trató ayer sin éxito de localizar.

Ante esta situación, la discoteca se trasladó al municipio de Torrejón de Ardoz (87.000 habitantes). Pero el Ayuntamiento de la localidad la precintó por carecer de licencia de apertura. Los propietarios acusa ron a la corporación de prevaricación. Sostenían que el pleno les había concedido la licencia, aunque sin notificárselo, antes del precinto. El Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón, ante el que declaró el alcalde, instruyó las diligencias. Fuentes policiales mostraron ayer su sorpresa por el hecho de que, pese a los dos precintos, la discoteca hubiese reabierto sus puertas en su primer emplazamiento. Esta extrañeza se sustentaba en que la edificación había sido declarada ilegal por estar ubicada en una zona no urbanizable, una calificación urbanística difícil de cambiar en tan poco tiempo.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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