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Entrevista:

"El nacionalismo industrial daña la competitividad"

, Jérôme Monod, presidente de Lyonnaise des Eaux, ejemplifica la apuesta por las ventajas asociativas de la gran industria europea. Claro enemigo de los nacionalismos económicos y de las soberanías industriales, el patrón de Lyonnaise encabeza la distribución de agua en el cono sur latinoamericano y está empeñado en proyectos faraónicos como la canalización del Eúfrates para abastecer el desierto iraquí o la construcción de un, canal para unir el mar Muerto y el mar Rojo.En España, Lyonnaise y La Caixa, a través del holding Isusa, controlan la participación mayoritaria de Aguas de Barcelona (Agbar), la primera distribuidora nacional. De forma indirecta, Lyonnaise participa en Interagua, que concentra los esfuerzos de Agbar, Endesa y Canal de Isabel II.

Pregunta. Interagua es la plataforma de las distribuidoras españolas para abordar los mercados internacionales. Lyormaise es socio directo de Agbar y por tanto socio indirecto de Interagua ¿Corre el peligro de diluirse el papel de Lyonnaise en el proyecto inicialmente considerado español?

Respuesta. La competitividad está reñida con el nacionalismo industrial. La potencia industrial de un país no se mide por la titularidad nacional de sus empresas. No es prioritario preguntarse a que país pertenece tal o cual concesionaria. Cada proyecto depende exclusivamente de los socios y de la capacidad, no de la nacionalidad.

P. Hace algunos años el Ministerio de Industria español abortó un intento de fusión entre Agbar y Catalana de Gas -hoy Gas Natural SA- porque la empresa de Aguas tenía un socio mayoritario francés, es decir Lyonnaise, y los gasistas tenían en su accionariado a British Gas.

R. Creo que resultó imposible agregar agua y gas simplemente porque se hubiese tratado de una empresa distribuidora de energía. Y la energía está nacionalizada en muchos países. En Francia por ejemplo existe una sola sociedad nacional de gas. Digamos que la energía es un sector especial.

P. Lyonnaise ha tenido en Francia encontronazos judiciales al verse envuelta con la financiación irregular de los partidos.

R. Ya antes de las anteriores elecciones presidenciales y antes incluso de las últimos comicios municipales de Francia, toda la clase política francesa atravesó por un momento difícil. De ahí nació una gran febrilidad por los asuntos de financiación irregular que acabaron en manos de la justicia. En uno de estos casos, las sospechas de financiación irregular recaían sobre dos directivos del area comercial de Lyonnaise y el juez me llamó a declarar a mí como presidente, aunque posteriormente el magistrado no se ha manifestado. Yo desde luego no estoy sometido a examen, de forma que si hay vista oral el tribunal no me llamará. Por otra parte, El libro negro sobre la corrupción, escrito por el ex juez Jean Pierre, acusaba a Lyonnaise y, sin embargo, su autor fue condenado por difamación tras una demanda que nosotros presentamos.

P. Las recientes elecciones a la presidencia de Francia han vuelto a reabrir los debates sobre fondos irregulares.

R. Sea cual sea la situación, Lyonnaise sigue ahí. Nuestros accionistas ingleses y alemanes nunca nos han abandonado; y nuestros socios españoles siguen apostando por nosotros.

P. ¿Lyonnaise ha sufrido un impacto negativo de las tormentas monetarias y especialmente de las recientes devaluaciones de la peseta?

R. Las devaluaciones nos han supuesto una molestia pero no han sido dramáticas para nosotros. Estas depreciaciones de la moneda en España desde luego no afectarán para nada nuestras inversiones.

P. Las tormentas monetarias cuestionan, a criterio de algunas multinacionales, la viabilidad de la Unión Monetaria.

R. Los vaivenes cambiarios sólo se superarán con la Unión Monetaria. Piense además que la culminación de la Unión Europea es indispensable para resistir la presión competitiva de Estados Unidos y de Japón, para tratar con Europa del Este y para alimentar lazos estrechos con los países mediterráneos y los países árabes.

P. En el Magreb y en el mundo árabe en general, Lyonnaise tiene una fuerte presencia, pese a la inestabilidad política de algunos países.

R. No se puede construir una Europa fuerte volviendo la espalda al mundo árabe. Se debe encontrar la forma de asociar el mundo árabe y el mundo europeo, y, en ello, la iniciativa empresarial juega un gran papel. Europa se comporta a veces como una pequeña burguesa miedosa y tímida; es necesario renovar el optimismo y la audacia.

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