Economía prevé que la inflación se mantendrá en torno al 5% en los próximos cuatro meses
La tasa de inflación se ha convertido en la principal amenaza para la economía española desde que, a partir de marzo y abril, los precios se situaran en el 5,2% en términos anuales, una cifra que se consideraba superada desde 1992. Los expertos del Ministerio de Economía consideran, con los datos de la evolución de costes que se conocen, que la inflación se mantendrá en tasas próximas al 5% hasta el mes de agosto o quizá septiembre. Todas las versiones son pesimistas. El Banco de España respalda esta tesis y es la razón que impulsó la subida de los tipos de interés en 0,75 puntos decidida el viernes.
El ministerio de Economía y Hacienda prevé, con los últimos datos de precios conocidos, que la inflación se mantendrá en niveles elevados, similares a los actuales, durante los próximos cuatro me ses como mínimo. El empeoramiento de las expectativas de inflación cesará probablemente con el IPC de septiembre, periodo en 1 el que será posible descontar el efecto de la subida de tarifas telefónicas en 1994. Las malas perspectivas inflacionistas se dan a pesar de un crecimiento moderado de los costes laborales y pueden poner en peligro la propia moderación salarial que se ha registrado en los últimos meses. "Estamos pagando y seguiremos pagando durante algún tiempo", explicaron fuentes de Economía, "el coste de la devaluación de la peseta". Para empezar, Economía supone que el IPC del mes de mayo difícilmente contribuirá a reducir la tasa de inflación. La razón es muy sencilla: el IPC en mayo de 1994 fue bueno, el 0,2%. En el mejor de los casos, según Economía, la inflación podría reducirse en una décima, insuficiente para corta, r las expectativas de inflación muy elevada a cortísimo plazo.La moderación de los costes laborales es precisamente uno de los pocos factores que presiona a la baja sobre los precios. Otro, por ejemplo, sería que la demanda de consumo no acaba de lanzarse, quizá porque la tasa de desempleo es todavía muy elevada y por la propia moderación salarial. Las materias primas están subiendo y, un síntoma que en Economía se ha interpretado con cierta aprensión, los precios industriales también se han disparado en los últimos meses (en marzo, última cifra conocida, la tasa interanual es el 7,1%). Los analistas de coyuntura consideran que la evolución del IPRI (Indice de Precios Industriales) avanza, con meses de antelación, el desarrollo de la inflación, por lo cual esperan que se extienda un cierto brote inflacionista.
El análisis pesimista que se hace en Economía parte de que actualmente se está produciendo una confluencia de fenómenos que encarecen los costes y cuyo origen está en la devaluación de la peseta. Las causas están en la sequía y en los probables efectos sobre precios de las, dificultades del sector pesquero, como fenómenos coyunturales que aparecen precisamente en un momento crítico, que es el de inflexión de la demanda, el punto inicial de despegue del consumo.
Además, por supuesto, las per turbaciones mencionadas se suman a los efectos previamente conocidos del aumento del IVA y de la devaluación. Así como se estima que los efectos sobre los precios de la subida del IVA ya se han contabilizado, se asegura que la proyección de la devaluación se mantendrá todavía por un tiempo indeterminado. Asimismo, se está produciendo un encarecimiento de las materias primas cuya repercusión en los precios sería todavía mayor sin mediar la moderación salarial.
"Sin estos efectos exégenos", explican en Economía, "la tasa anual de inflación estaría en tomo al 4%. Todavía creemos que el próximo año, cuando se haga la comparación anual con las cifras de estos meses, el punto añadido desaparecerá y en el mes de febrero estaremos en el 4% o quizá menos". Pero no está claro que la inflación añadida pueda ser considerada como una variable exógena. Existe el riesgo de que se incorpore a la inflación estructural a través de la negociación de los convenios y del consiguiente aumento de los costes laborales.
El equipo de Solbes ha vuelto a encontrarse con los típicos problemas de oferta que padece la economía española en momentos de relanzamiento, incluso al margen de la sequía o el encarecimiento del pescado. Sus coyunturalistas ofrecen otra explicación. "Es casi ya una tradición comprobar cómo el aparato productivo español resulta incapaz de responder a las exigencias de la demanda en periodos de gran crecimiento económico". También, una justificación que se parece mucho a un consuelo: "Puede suceder que la economía española esté creciendo más de lo que dicen los indicadores que, por cierto, siempre son aproximados". El Banco de España, según las informaciones recogidas, coincide con el diagnóstico de Economía. "Incluso es muy probable que la tasa anual de inflación aumente en los tres próximos meses". En la nota oficial emitida para explicar la subida. de tipos de interés, el Banco de España señala "la persistencia de un alto ritmo de crecimiento de los precios industriales" y "el comportamiento desfavorable de los precios de los servicios".
Recomponer márgenes
El análisis del Banco de España va más allá de la acumulación de incidentes coyunturales (sequía, pesca). También detecta una recomposición rápida de los márgenes empresariales; recomposición que, si en el caso del área industrial parece justificada en función de las pérdidas acumuladas por las industrias en el periodo de recesión, en el caso de las empresas de servicios parece, según los analistas, menos razonable, "puesto que mantuvieron tasas elevadas de rentabilidad en los periodos más desfavorables".La subida de tipos "puede ayudar a mantener la inflación en límites controlables", aseguran fuentes de la autoridad monetaria. "Las previsiones marcadas para 1996 no están abandonadas".
La evolución de los precios hace suponer que, aunque a partir de agosto descienda la inflación comparada -por el descuento del efecto de las tarifas telefónicas en julio-agosto de 1994-, difícilmente la tasa anual bajará del 4,8%. Tan pésimas expectativas, no obstante, no reducen la previsión (optimista desde la perspectiva de junio 1995) de las autoridades económicas de que "en los primeros meses de l996" la inflación se aproxime a las previsiones. "Quizá no esté por debajo del 4%, pero puede ser ligeramente superior, en una o dos décimas".
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