LOS CARTUCHOS DEL DIPUTADO
"Me quedan pocos cartuchos y querría dispararlos bien", brama Pierre Corrado Salino da Biella, maduro diputado italiano de 63 años, afín a Silvio Berlusconi desde que salió de la Liga Norte. Y toda la Cámara se alza entre gritos de apoyo y de protesta que permiten temer un nuevo incidente de mamporros como los que en tiempos recientes ha prodigado el Parlamento italiano. El tema que acalora a los honorables no es, sin embargo, la caza, sino "la incidencia sobre la esfera sexual masculina de las microondas" que emite el sistema de protección electrónico instalado por Irene Pivetti, polémica mujer que preside a los diputados, para evitar que éstos puedan hacer uso de sus teléfonos celulares dentro de la sala. Se suspende la sesión, y el sistema contestado, hasta que los servicios técnicos confirmen que "el campo producido por el perturbador es inferior a 1/400 del valor límite (20 V / m) indicado en la ley de la región Lacio". Conviene aclarar que no es que los parlamentarios hayan caído en una preocupación histérica por la salud de sus gónadas. Lo ocurrido el pasado jueves se explica porque se debatía una ley sobre el horario de los comercios capaz de evitar los referendos convocados al respecto para el próximo 11 de junio, y Marco Pannella, padre de los referendos y del obstruccionismo parlamentario en Italia, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa a fin de que no se Votara la norma que haría saltar la consulta. Con la ayuda de ex liguistas como Salino da Biella, procedió, como quien dice, por pelotas. De hecho, la votación fue abortada.-
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