La Audiencia verá en los próximos días si deben seguir las pesquisas

La Sección Sexta de la Audiencia de Madrid decidirá en los próximos días si archiva definitivamente el caso de la muerte de Susana Ruiz o si, por el contrario, ordena a la juez Ana Ferrer que prosiga las pesquisas, según informaron ayer fuentes jurídicas.

Fue este tribunal el que ordenó a Ferrer el 30 de diciembre de 1994 que reabriese las diligencias del caso de Susana Ruiz tras estudiar la grabación en la que un ex rapado añade nuevas sombras sobre la muerte de esta chica. El ex rapado relaciona a un grupo de nazis con la muerte de Susana Ruiz y con el crimen de Miguel Ángel Martín, un decorador de 24 años cuyo cadáver fue hallado en un pozo 15 meses después de su desaparición. La policía no otorgó credibilidad al contenido de la grabación. Sostiene que se trata de "una fantasía".

La juez Ana Ferrer, instructora del caso de Susana Ruiz, emitió ayer un comunicado en el que indica que su juzgado "ha practicado todas las actuaciones pos¡bles" en relación con los elementos que figuran en la grabación. La magistrada señala que el pasado 16 de mayo archivó por segunda vez el sumario y lo envió a la Audiencia de Madrid sin que ninguna de las partes personadas en el caso -"incluido el abogado de la familia de Susana Ruiz"- le hubiesen pedido la ejecución de nuevas diligencias. Fuentes de la familia de Susana no entienden cómo se han archivado otra vez las pesquisas sin que antes se haya tomado declaración al autor de la cinta. El ex rapado se halla en la actualidad en paradero desconocido; la juez no ha decretado su búsqueda y captura porque se trata de un testigo y no de un acusado, según fuentes jurídicas. únicamente ha podido interrogar a la madre del ex rapado, que fue quien llevó la grabación a la policía. Halló la cinta cuando limpiaba el dormitorio de su hijo, que ya llevaba tres días desaparecido.

Declaración policial

El autor de la grabación compareció voluntariamente ante la policía el 16 de noviembre de 1994. El chico, que tiene 22 años, quiso avisar a la policía de que su hermana corría un grave peligro. Argumentó entonces que sus antiguos amigos ultras le habían enviado una carta anónima amenazando de muerte a él y a su hermana.El chico confiesa a la policía que había pertenecido a la tribu urbana Bases Autónomas, y que se consideraba "español y católico", pero "nunca nazi". Indicó también que miembros de esta tribu se "la tenían jurada" porque en una ocasión había salido en defensa de otro chico al que le propinaron una paliza.

Durante su interrogatorio, el ex rapado cuenta que había dejado en casa una cinta grabada con el aviso a sus padres de que le llevasen a la policía si a él o a su hermana les sucedía algo. La carta anónima decía lo siguiente, según la versión ofrecida a la policía: "Si aprecias a tu hermana, a las doce de la noche, en las inmediaciones de los billares del parque Pablo Picasso".