Maragall insinúa que dejará la alcaldía, pero no concreta si optará a la Generalitat
Pasqual Maragall abandonará la alcaldía de Barcelona en 1999, si no lo hace antes. El candidato socialista, que derrotó a Miquel Roca el pasado domingo, aseguró ayer que éste será su último mandato como alcalde y confirmó su intención de no presentarse a la reelección dentro de cuatro años. Maragall no quiso concretar si aspira a competir con Jordi Pujol por la presidencia de la Generalitat, pero dejó la puerta abierta a la posibilidad de afrontar otros objetivos políticos en el futuro, incluso antes de acabar su actual mandato. "No puedo poner la mano en el fuego", afirmó al preguntársele si permanecerá en la alcaldía hasta el final."No lo tengo en la cabeza"
Maragall, en quien una gran parte de la militancia socialista tiene puestos los ojos con vistas a suceder a Raimon Obiols como candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, eludió pronunciarse claramente sobre esta posibilidad. Pero ni la descartó completamente ni puso especial énfasis en negarla. "No lo tengo en la cabeza en este momento", dijo por toda respuesta.
La designación del candidato socialista para las próximas autonómicas está pendiente desde en 1992 que Obiols anunció su renuncia a enfrentarse nuevamente a Jordi Pujol.
Sin referirse explícitamente a la Generalitat, Maragall justificó la posibilidad de abandonar la alcaldía antes de hora y afrontar otros objetivos políticos como otra forma de servir a la ciudad. "Lo haría sí llegara a la conclusión de que desde el Ayuntamiento no se podía hacer nada y de que para luchar por Barcelona era mejor hacerlo desde otro lugar", dijo, avanzando la que sería, llegado el caso, su argumentación.
Maragall utilizó ayer un marcado tono de provisionalidad al hablar de su futuro. Así, manifestó su intención de agotar el actual mandato municipal al frente de la alcaldía, pero matizó: "Es lo que pienso en este momento". El alcalde afirmó: "Nadie puede decidir totalmente sobre su vida, porque hay elementos irreversibles que se nos escapan, y otros, no tan irreversibles, que nos pueden influir mucho". Y añadió: "No puedo poner la mano en el fuego ni jurar que dentro de cuatro años estaré donde estoy, aunque actúo con esa intención".
Pero Maragall sí fue rotundo en su propósito de no presentarse a la reelección en las municipales de 1999. "Ya les anuncio hoy que no seré el candidato dentro de cuatro años", afirmó.
"Limitación de mandatos"
El dirigente socialista se mostró partidario de limitar la permanencia de los políticos en los cargos públicos y dar paso a gente nueva, toda vez que el proceso constituyente del sistema democrático puede darse prácticamente por culminado. En su caso, ese momento llegará, según dijo, tras la aprobación de la Carta Municipal de Barcelona, que espera conseguir rápidamente.
Maragall confirmó ayer, por otra parte, su intención de "mantener la tradición de un Gobierno de izquierdas" en Barcelona y de proponer un pacto de gobierno a las fuerzas políticas que están "programáticamente más próximas" al PSC.
El candidato socialista, sin embargo, no quiso ser más explícito sobre un posible acuerdo con IC y ERC, y reiteró que "todas las posibilidades están abiertas". Destacó, asimismo, que algunos asuntos -como el de la Carta Municipal- requerirán el acuerdo de todos los grupos del consistorio y sobre todo de Convergéncia Unió.
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