Barberá refuerza su dominio
Las tres capitales de provincia han sido el durísimo campo de batalla en el que se ha dirimido la mayoría lograda por el Partido Popular (PP) en la comunidad autónoma valenciana. Las clases medias urbanas y los jóvenes recién incorporados al colectivo electoral han sido los grupos que han influido de manera determinante en la decisión extraída de las urnas.Si en 1991 el Partido Popular logró por los pelos, con nueve concejales, la alcaldía de Valencia, que Rita Barberá asumió gracias a un pacto con los regionalistas de Unión Valenciana (UV, entonces con ocho ediles), ahora, con 17 ediles, Barberá ha arrasado literalmente a los socialistas, que se han quedado únicamente con ocho plazas en el consistorio -antes tenían 13-, pero también a Unión Valenciana, que ve reducida a apenas tres ediles su representación.
La subida de Esquerra Unida-Els Verds, que ha pasado de contar con tres concejales a disponer de cinco, no alterala correlación de fuerzas existente.
También en Castellón, el popular José Luis Gimeno, que ya la conquistó con 14 en 1991, ha ampliado ahora su mayoría absoluta, con 16 concejales, y dejado al PSOE con tan sólo ocho. Esquerra Unida (EU), con dos ediles, y los nacionalistas de Unitat del Poble Valencià (UPV), con uno, entran como nuevas fuerzas en este Ayuntamiento.
La única alcaldía de capital que el PSPV-PSOE mantenía, la de Alicante, ha ido también a parar a manos del Partido Popular y el socialista Ángel Luna ha tenido, pues, que ceder el cargo finalmente al candidato popular, Luis Díaz Alperi.
Con todo, los socialistas, gracias a la tarea realizada por sus regidores, que han resistido el tirón pese a la tendencia a la baja, pueden conservar las alcaldías de ciudades medias, tales como Elche, Alcoy, Torrent, Gandia o Sagunto, mediante pactos con Esquerra Unida y, también, con los nacionalistas de Unitad del Poble Valencià.
