_
_
_
_

Europa y EE UU, paralizados ante la provocación serbia de utilizar rehenes

El portavoz de Karadzic asegura que no peligra la vida de los dos españoles detenidos

Los países implicados en el esfuerzo de paz en Bosnia ofrecieron ayer todo un ejemplo de impotencia y desconcierto a la hora de discutir la respuesta al nuevo desafío de los serbios de Bosnia. Sucesivas reuniones del Gobierno francés, el Consejo de Seguridad de la ONU y los embajadores ante la OTAN no condujeron a decisiones concretas, Todo ello ha potenciado el papel de Rusia, que tiene una relación privilegiada con Belgrado y, a través del régimen de Slobodan Milosevic, con los serbios de Bosnia. Borís Yeltsin respondió ayer a la petición de mediación de norteamericanos, franceses, británicos y españoles (entre otros) enviando al escenario del conflicto a sus ministros de Exteriores (Andréi Kózirev) y Defensa (Pável Grachov).

Yeltsin protestó por no haber sido consultado sobre los bombardeos lanzados por aviones de la OTAN (incluidos F- 18 españoles) contra objetivos militares serbios. Sin embargo, aunque se mostró contrario a los ataques, matizó su oposición asegurando que el régimen de Radovan Karadzic "se lo había buscado" con sus últimas acciones bélicas. Posteriormente, se ofreció a mediar en el conflicto si se suspendían las represalias aliadas. Ayer no hubo ningún nuevo ataque de la Alianza, y no parece probable que lo haya en los próximos días.La máxima prioridad de la misión de Kózirev y Grachov es lograr la liberación de los 35 observadores militares de las Naciones Unidas y más de 200 cascos azules retenidos por los serbios de Bosnia. Entre ellos se encuentran el capitán español José Antonio Romero Huelin, convertido el viernes en escudo humano cerca de Sarajevo, y el comandante de aviación Manuel Cortés Méndez, retenido desde ayer cerca de Banja Luka. Las autoridades serbiobosnias aseguraron ayer al Gobierno español que no peligran las vidas de los dos oficiales.Ayer, en Sarajevo, dos soldados franceses murieron a balazos en dos incidentes separados. En uno de ellos, milicianos de Radovan Karadzic disfrazados de cascos azules atacaron un puesto de las Naciones Unidas. Se trata del choque más grave entre la fuerza de paz y una de las partes en conflicto desde que estalló la guerra en Bosnia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_