Pequeños accionistas del Banco de Europa piden la dimisión de Ferrer Salat
Un buen número, de pequeños accionistas del Banco de Europa pidió la dimisión del presidente de la entidad, Carlos Ferrer Salat, en la junta de accionistas de la entidad celebrada la semana Pasada. Algunos pequeños accionistas culpan al consejo del banco y a La Caixa -propietaria del 75% del capital del Europa- de la enorme depreciación que han sufrido las acciones. La junta general del Banco de Europa aprobó el pasado miércoles una ampliación de capital de 1.900 millones de pesetas.Desde que, a principios de 1994, La Caixa tomó el control del Banco de Europa, la entidad de ahorro -representada por Juan Llopart en el consejo de la entidad adquirida- ha venido efectuando un proceso de saneamiento que quedará prácticamente concluido con esta última ampliación. En el momento de su entrada, La Caixa anunció que su reponsabilidad como primer accionista no eximiría de un esfuerzo proporcional al resto de los accionistas. Y ahí está la prueba: en el último año, las acciones del Banco de Europa han disminuido considerablemente de valor, hasta su precio actual de 200 pesetas.
Desde su entrada en el capital del banco, La Caixa ha ido impulsando diversas operaciones de reestructuración accionarial de la entidad. Primero redujo el capital del Europa de 2.170 millones de pesetas hasta 540 millones, posteriormente realizó dos ampliaciones sucesivas de capital que lo situaron en 4.960 millones y finalmente ha impulsado la ampliación aprobada por la última junta de accionistas. Las reestructuraciones impuestas por el nuevo accionista mayoritario se han destinado íntegramente a dotar insolvencias y restablecer el equilibrio patrimonial de la entidad. Ahora los recursos propios del Banco de Europa alcanzan los 6.900 millones de pesetas, aunque las cuentas del último ejercicio presentan todavía un elevado porcentaje de morosidad sobre el total de la inversión crediticia.
Carlos Ferrer Salat -ex presidente de la CEOE, presidente del Comité Económico y Social de Europa, y presidente del Comité Olímpico Español- ocupa la presidencia del Banco de Europa desde su fundación y ha sido uno de los mayores accionistas de la entidad. El pasado miércoles, durante la celebración de la mencionada junta, Ferrer, en respuesta a los pequeños accionistas, que le culpan de la pérdida de valor de la entidad, aseguró que él mismo ha perdido 1.000 millones de pesetas con la entrada de La Caixa.
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