12 metros mide el mayor bocadillo

Se necesitaron muchos kilos de masa fina, no pocos de embutido variado, 40 horas de trabajo y la dedicación de 60 personas, pero al final se consiguió. Más de 4.000 vecinos de Coslada (79.000 habitantes) pudieron engullir ayer un bocadillo que entrará a formar parte del Libro Guinness de los récords por su tamaño en una sola pieza: 12 metros de largo por 1,60 metros de ancho. En total, casi 20 metros cuadrados de bocadillo.Eloy González y Eusebio Angulo, los propietarios de La Espiga Dorada, el establecimiento encargado de hacer el pan, mostraban su satisfacción por haber logrado la proeza. Acababan de superar el récord anterior, en manos de una panadería de Leganés, que consiguió una barra de 10,90 metros de largo por 1,30 de ancho.

Dos curritos, Pedro y José, aguantaban ayer en pie tras 37 horas sin dormir. Esperaban con ansiedad el momento de cortar la gigantesca barra. Una vez troceada, la concurrencia podía comenzar a devorarla.

La receta de la masa es un secreto. Una vez cocido, el pan reposó durante una noche. Ayer por la mañana, un camión de gran tonelaje lo llevó a pesar, mientras dos inspectoras de Sanidad controlaban que los 730 kilos de mortadela, salchichón, chorizo y chopped que debían colocarse en el interior del pan estuviesen en perfectas condiciones sanitarias.

Y llegó el momento deseado, las ocho de la tarde. El alcalde del municipio, José Huélamo, degustó el primer trozo del bocadillo, por aquello de "si pasa algo, que me pase a mí". Después llegó la locura. En tan sólo 30 minutos desaparecieron los casi 2.000 kilos de pan relleno de embutido.

Un niño, David, de 10 años, fue el primero en pillar cacho. Después de casi tres horas de paciente espera, el crío, con el pedazo de bocadillo en la boca, no atinaba a decir palabra. Quien sí se quejaba era Antonia, una mujer de 62 años, que agarraba fuerte el enorme trozo de pan para no perder el relleno y se lamentaba porque a su sobrino Sergio le gustaba el salchichón y le habían dado mortadela.