La izquierda suma razones contra Ruiz Gallardón

VIENE DE LA PÁGINA 1

Ruiz Gallardón estrenó su verbo con una cifra que perjudicaba a Leguina: "Hay 410.000 parados". Las empresas, según el candidato popular, han huido a regiones más favorables para sus inversiones como Castilla-La Mancha. Pérez se alió con Leguina y le desmintió con un dato: "Madrid ha perdido 48.000 empleos industriales, pero Castilla-La Mancha sólo ha ganado 3.000". La huída de empresas no se produce por la competencia con regiones fronterizas, según Pérez, sino por la competitividad de los países europeos. "Gallardón", remató Pérez, "es insolidario con Castilla-La Mancha".

Entre los dos fuegos, Leguina dictó también su lección: "Es cierto que se ha perdido empleo industrial, porque ahora con una cuarta parte de empleados se quintuplica la fabricación de coches. La tecnología expulsa de la industria a los trabajadores". A continuación, explicó que el maná estatal había caído sobre Madrid con generosidad: "Ahí están las 33.000 viviendas construidas del programa de barrios en remodelación. O la M-40. O las infraestructuras de metro".

Pero a Ruiz Gallardón le supo a poco. "En Madrid se recauda el 44%, pero el Estado sólo reinvierte el 11 %, incluyendo la partida destinada a guerra antisubmarina". "Eso es una broma", replicó Leguina. Y el tercero, Pérez, bromeó: "No vendría mal la lucha antisubmarina por si se inundan los túneles de Álvarez del Manzano".

Por túneles siguieron. El candidato de IU prometió llevar el suburbano hasta los barrios de Hortaleza, Vicálvaro, Carabanchel y Campamento. Leguina también. Y además dijo que lo tenía firmado con el ministro de Hacienda. Ruiz Gallardón sacó entoncés su chuleta del suburbano democrático: "UCD hizo 26,9 kilómetros de metro entre 1979 y 1982. Ustedes, en 13 años, sólo han hecho 23,2 kilómetros".

De vivienda hablaron un poco. Pérez criticó "la política de ladrillismo" del alcalde de Madrid, que ha calificado todo el suelo vacante de la ciudad para cedérselo a las inmobiliarias, según IU. Leguina defendió su gestión y se mostró optimista: "En ocho años, el problema de la vivienda estará solucionado". Ruiz Gallardón no estuvo de acuerdo y vendió su receta: "Echar de Madrid a los especuladores". Aquí, el presidente regional endureció su discurso: "Más parece la de Ruiz Gallardón una frase propia de la Liga Comunista Revolucionaria que de un representante de la derecha". Y concluyó irónico: "Tendrá que hacer usted el censo de los especuladores y a lo mejor se encuentra con algún amigo". Ruiz Gallardón completó la frase: "Algún amigo suyo".

Fin: todos pidieron el voto -"porque hace falta un cambio", razonó Ruiz Gallardón- y se fueron a prometer.