¿Caso cerrado en Japón?

El arresto del guru de la secta religiosa La Verdad Suprema junto a muchos de sus seguidores cierra el caso del ataque con gas contra el metro el pasado mes de marzo. (...) Pero el misterio de por qué un pequeño número de personas al margen de la sociedad ha querido asesinar a gente inocente sigue sin ser comprendido por los japoneneses. (...)Japón no tiene una tradición arraigada de respeto a las libertades civiles. Durante semanas parece que la principal técnica de investigación ha sido la vigilancia intensiva de la secta y el arresto de unos 150 miembros (...) por cargos menores. (...) Es posible que algunos de ellos hayan sido sometidos a intensos interrogatorios, sin la presencia de abogados. Los defensores de los derechos humanos llevan tiempo diciendo que los sospechosos son privados de sus ropas (...), del sueño y (...) degradados hasta que confiesan. (...)

Sin embargo, la policía ha intentado no abusar de la confianza de los japoneses. (...) A pesar del respeto que profesan hacia la autoridad, muchos japoneses temen más la vuelta de los días de autoritarismo de la II Guerra Mundial que la violencia ocasional de unos fanáticos. A pesar de los arrestos, los japoneses saben ahora que aún hay material militar y venenoso escondido en diferentes partes del país, y pedirán una presencia policial masiva, (...) pero ya nunca estarán seguros de que Japón sea inmune a las patologías violentas de la sociedad moderna.

18 de mayo