LOS GENES ADÚLTEROS DEL OBISPO
Richard Holloway, obispo anglicano de Edimburgo, afirma que el adulterio no debe ser condenado como pecado, argumentando que Dios había dado al hombre los genes promiscuos en el origen de sus "instintos polígamos". En la presentación de unas charlas que comenzó a impartir ayer, declaró: "Para la supervivencia de la raza humana debemos sembrar nuestra semilla. Dios lo sabía cuando nos creó, y nos inculcó esta pulsión sexual que yo creo está destinada a que nos propaguemos tanto como sea posible". El reverendo ha precisado que no pretendía promover el adulterio, sino simplemente pedir una indulgencia mayor. "La Iglesia no debe condenar la infidelidad. Debe aceptar que el adulterio tiene su causa en nuestros genes".-
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